Hay quienes creen en el destino. Otros prefieren decir que nada ocurre por casualidad. Y también están aquellos que con convicción aseguran que ciertas vocaciones afloran en la infancia y, cuando son genuinas, nunca más desvían su camino. La vida de Laura Hannois bien podría relatarse desde cualquiera de estas perspectivas, a las cuales no hay que dejar de sumar una importantísima cuota de constancia, perseverancia, convicción y esfuerzo.
Corría el año 1984 cuando esta mujer que amaba la tecnología y los astros comenzó a sentir palpitar su futuro. Por supuesto que la mentalidad de una niña de 10 años no podía visualizar el alcance que tendría, pero sí reconocía muy bien aquello que la motivaba, la emocionaba y la invitaba a la acción placentera. Para sorpresa de ella y su familia, recibió de su padre un regalo inesperado fuera de los tiempos acostumbrados por entonces. No era Navidad, cumpleaños ni Día del niño. Sin embargo, aquel hombre debió sentir la necesidad de que su hija, quien ya manifestaba un claro interés por la ciencia, recibiera lo último inventado. En una gran caja llegó el cuarto y último ordenador doméstico creado por Timex Sinclair. La fascinación por ese universo que se proyectaba venía aumentando con una revista de ciencia que jamás faltaba: Muy interesante y se alimentó aún más con el libro Arturito y yo (el cual aún conserva) que enseñaba a niños de corta edad a programar de manera sencilla.
Digamos que la familia influyó, pero sin dudas el rol decisivo lo tuvo su abuela, quien, con sabiduría de vida, la motivó a lanzarse. “Yo soñaba con ser astrónoma”, asegura Laura. Entonces su abuela no titubeó: “Si eso es lo que te gusta, allá vamos”, dijo.
La decisión implicó mudarse a La Plata, vivir en departamentos compartidos con 16 chicas, viajar horas desde la madrugada y hasta caminar cuadras de tierra y soledad. Pero el camino sinuoso no tardó en regalarle frutos. Comenzó la licenciatura en astronomía en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas, pero en los claustros decidió cambiar a ingeniería electrónica con el sueño de hacer radioastronomía. Ganó una beca para realizar una tesis de Medición de campo electromagnético. A los 27 fue contratada por British Telecom y a partir de allí su carrera voló literalmente; fue Gerente de proyectos para las sedes de Unilever en México, Caribe, Centroamérica y Andina. En 2012 ingresó a BGH Tech Partner como Jefa de tecnología e infraestructura. Desarrolló múltiples desafíos, entre ellos hidrometría (alarmas tempranas) para el Gobierno de la Ciudad de Bs As. En 2016 incursionó en el ámbito público como Directora de tecnología para seguridad en el Municipio de Vicente López.
Su dinamismo la llevó en 2018 a convertirse en Gerente de Marketing para Latinoamérica en NEC (Nippon Electric Company) donde desarrolló toda su creatividad para los eventos de la región, como el Smart City Expo Buenos Aires 2019, la 88va Asamblea General de Interpol 2019 en Chile, y el Smart City Business Expo Colombia donde se inició como oradora y continúa hasta estos días. En 2021, decide poner más énfasis a su propósito, llevando adelante IINNDI, evento de difusión de tecnologías con perspectiva de género. En 2021, coordinó a través del CG+T (Centro de Géneros en Tecnología) la capacitación de 2500 mujeres, y el primer Women in Tech (WiT) como parte de ARSAT para Argentina. De forma honorífica realiza desde 2021 actividades en el consejo profesional de ingeniería de telecomunicaciones, electrónica y computación, como coordinadora de la subcomisión de Internet de las Cosas, y como primera mujer en el cargo de consejera titular por los técnicos. Recientemente, en septiembre 2022, fue nominada a los Globant Women that Build Awards, como Digital Leader.
Su carrera brilla como un astro sencillamente porque está nutrida de cargos gerenciales, docencia, investigación, oratoria, becas y diplomaturas. Todo un universo que, junto a la existencia de un hijo de 15 años, hacen que Laura sea una mujer realizada y completa. Y, lo más importante, que aún hoy tras este satisfactorio camino va por más. “La tecnología no tiene género –asegura- por eso fomento la inclusión de las mujeres, y porque estoy convencida que la única forma de cambiar es a través de la acción”. Con esto, sencillamente, vislumbra más logros en un campo inmenso ya muy desarrollado, pero que promete seguir sorprendiendo y mejorando la vida de las personas. Una genuina protagonista del mundo contemporáneo.