La línea 144, de atención de mujeres en situación de violencia de género, recibe más de 400 llamadas por día en todo el país, en pedido de asesoramiento y contención. En alerta por una tasa de víctimas fatales que no baja desde hace tres años y que, pese a las acciones del Estado y la sociedad civil, continúa siendo de un femicidio cada 32 horas, según la Corte Suprema de Justicia, el Gobierno decidió utilizar las tobilleras duales electrónicas en los casos de extremos de riesgo. La medida comenzó a implementarse a mediados de 2018, además del botón antipánico que tiene mayor penetración como medida cautelar (ver aparte).
Sin embargo, según datos proporcionados a PERFIL por la Subsecretaría de Acceso a la Justicia, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, de las 714 tobilleras que ya están entregadas en 18 provincias, solo 365 dispositivos están en funcionamiento. Esto se debe, explican fuentes de ese organismo y legisladoras nacionales de distintos espacios políticos, a que es el Poder Judicial quien debe evaluar a quiénes les determina el dispositivo y cuánto durará la medida cautelar –que en promedio, dispone unos nueve meses de uso– y que no son las mujeres quienes pueden solicitarlas directamente para que se les coloquen a sus agresores. Además, según denuncian organizaciones feministas, “no resultan suficientes”.
Seguimiento en línea: cómo funcionan los dispositivos contra la violencia de género
En la Provincia de Buenos Aires (PBA), hay solo 23 tobilleras funcionando y sesenta llamadas al 144 por día. De hecho, según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de las Mujeres de mayo de 2019, más de la mitad de las llamadas efectuadas por primera vez por una mujer en situación de violencia de género en el país fue efectuada desde la PBA. Además, es la provincia con mayor número de femicidios del país, 95 de los 275 casos de 2018, según el relevamiento del Observatorio de género MuMaLá. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, solo hubo seis femicidios registrados en el mismo informe, frente a 122 tobilleras en funcionamiento informadas por el Centro de Monitoreo de tobilleras de la CABA. “Las tobilleras no se reparten equitativamente en las provincias”, evidenció Victoria Aguirre, abogada feminista coordinadora de MuMaLá en la Ciudad: “El Estado debería evaluar la cantidad de denuncias de cada distrito para hacer un abordaje amplio y efectivo”.
En el presupuesto 2019, no está claro el monto destinado a la compra y administración del sistema de tobilleras electrónicas. Las 18 provincias que ya los tienen son Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Buenos Aires, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Tierra del Fuego, Tucumán y CABA. Según la documentación a la que pudo acceder PERFIL, Santiago del Estero, Corrientes y Catamarca están en vías de incorporarlas. La subsecretaría informó que su implementación depende de cada distrito.
“La tobillera es efectiva y supera a otras medidas cautelares como el botón antipánico”, afirmó Florencia Schkolnik, subsecretaria de Acceso a la Justicia de la Nación, y explicó: “La diferencia sustancial es que, en este caso, el Estado es el responsable de garantizar la seguridad de la ciudadanía y no la mujer, que debe evaluar la situación para apretar el botón”. “La mayoría de los jueces carece de formación sobre las características propias de la violencia machista”, dijo la diputada nacional Lucila De Ponti, del Movimiento Evita. Según el informe de femicidios de la Justicia Argentina elaborado por la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia, el 83% de las víctimas de 2018 tenían un vínculo previo con los agresores y el 42% convivían con el violento. Hasta el momento, ninguna mujer que contaba con la tobillera dual electrónica perdió la vida.
Estos dispositivos son herramientas de geolocalización. Los equipos, de marca Surely, son los mismos que los de arresto domiciliario, con la diferencia que se componen de dos unidades de rastreo, que se entregan tanto a la víctima como al agresor; además de un transmisor de radiofrecuencia (tobillera) que se asegura al cuerpo del hombre.
Día de la Mujer: las estadísticas siguen siendo alarmantes
El método más extendido
Hay 7.760 dispositivos de botón antipánico funcionando en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Es un paso anterior a una situación de gravedad, explican expertos.
Desde 2013, se realizaron 5.660 desplazamientos de móviles por el botón, aunque en la mayoría de los casos, no representó una situación de peligro.
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, los 135 municipios se dividen en diferentes distritos que los implementan y monitorean. En el caso de las tobilleras, éstas se controlan desde una sala en la sede del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Agustina Ayllón, presidenta del Instituto de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, señala que la tobillera aventaja al botón porque el control lo realiza el Estado y también porque “el monitoreo constante de la tobillera representa la prueba de que el imputado incumplió la cautelar”. Las ong feministas piden declarar la “ley de emergencia” en violencia de género.
Por Nicole Martín*
*Integrante del Equipo de Investigación.
El Equipo de Investigación de Perfil Educación es dirigido por Rodrigo Lloret y lo integran los mejores periodistas egresados del Posgrado en Periodismo de Investigación de Editorial Perfil.