ESPECTACULOS
Andrea Politti y Diego Reinhold

Comedia, misterio, policial y tres posibles finales

Ambos actores reflexionan sobre la necesidad de reír que tiene hoy del público teatral y analizan las particularidades de la nueva comedia que estrenan en el ámbito comercial: la famosa Tijeras salvajes.

Perfil
. | CEDOC

En una cartelera teatral donde varias comedias fueron presentadas con anterioridad (El método Grönholm, Brujas, La verdad, Toc Toc, entre otras) ahora se suma una hasta ahora desconocida para nuestro público. Es Tijeras salvajes del dramaturgo y psicólogo alemán Paul Pörtner (1925-1984). Esta comedia policial es de 1963 y estuvo cuarenta años presentándose en distintas capitales teatrales. Por ejemplo, en Madrid se tradujo como Por los pelos y tuvo dos versiones (2007 y 2018). Aquí llega con la dirección de Manuel González Gil y harán funciones de miércoles a domingo en el MultiTabaris Comafi. Aseguran que ya la vieron catorce millones de personas y seguramente esperan sumar más espectadores argentinos.

En el elenco están Andrea Politti, Diego Reinhold, Mario Pasik, Alejandro Muller, Galo Hagel y la participación especial de Linda Peretz. Para contar las características de este “policial” nada mejor que dialogar con una “sospechosa”, Politti, y el “detective”, Reinhold, de este misterioso crimen.

Aunque no está anunciado el actor Galo Hagel, el hijo de Andrea Politti, quien afirma: “Para mí es una experiencia que hubiera querido vivir con mi padre. (N.d.R Luis Politti murió exiliado en Madrid en 1980). Es volver a un lugar, ahora lo puedo hacer como madre. Es muy lindo ver debutar a tu hijo como actor. Estudia desde hace muchos años, entre sus maestros estuvieron Agustín Alezzo y Valentina Fernández de Rosa”. 

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El nombre de Diego Reinhold se asocia con las actuaciones en stand up y en musicales, pero desde hace un tiempo también en la dirección. En la actualidad se puede ver Mi madre, mi novia y yo con gran éxito desde el verano y promesa de continuidad, más el infantil La Pipetúa. Ensueños, ambos en La Plaza. Dice: “Aún no me siento director, estoy dando mis primeros palotes, piso con cautela. Había dirigido espectáculos musicales, pero Mi madre…es mi primera propuesta de texto, sin música. Volver a trabajar con González Gil es ir a la escuela, sigo aprendiendo, con él hice Como el culo, Chorros y me convocó para un reemplazo en Los 39 escalones”. 

—¿Qué características diferentes tiene Tijeras salvajes?

ANDREA POLITTI: Es una experiencia teatral. Una comedia donde ocurre un asesinato, pero se plantean tres posibles finales. Uno de nosotros es el asesino y será el público el juez de esa noche. Desde lo actoral es un desafío. Nosotros tenemos que estar más que nunca en el aquí y ahora. No hay lugar para la improvisación. Es mi primera experiencia con el director González Gil y él conoce mucho la obra, ya que hace más de un año que quiere estrenarla. 

DIEGO REINHOLD: Es una comedia policial, y por momentos con la dirección de González Gil se transforma en una propuesta de misterio, casi un thriller. Lo más importante es que la cuarta pared se rompe, por lo cual el público se convierte en un actor más porque decidirá el final. El espectáculo no termina igual. 

“La cuarta pared se rompe durante la obra. El público es un personaje más”

—El dramaturgo afirmó que se había propuesto cuestionar cómo se percibe la realidad… 

P: El humor nos permite percibir la realidad desde otro lado. Cuando hacemos una comedia debemos saber que exige inteligencia por parte de los actores y por parte del público.

R: Quiero movilizar al público con ideas, no sólo divertirlo. Creo que se sorprenderá. 

—Es muy importante la relación con el público: ¿rompen la cuarta pared?

P: Esta es una obra cerrada, sólo se le pedirá a quien quiera decidir quién es el asesino. No habrá presiones. Tanto los espectadores como nosotros, los actores, viviremos esta experiencia.

R: Hice stand up y me acostumbré a ese lenguaje donde se rompe la cuarta pared. De hecho en este espectáculo hago de mediador entre el escenario y la platea. Confío mucho en Andrea (Politti) ya que tiene gran experiencia como conductora televisiva. 

—¿Necesitamos en estos tiempos ver comedias?

R: Es una pregunta que me hago. Creo que esta necesidad de reír es anterior a la pandemia. Tal vez hoy nuestra sociedad elige lo liviano. Hoy la lucha ambientalista, la vegana y la feminista no están reflejadas en los escenarios. Proliferan comedias, más que espectáculos profundos. 

P: Creo que el ser humano necesita reírse, todo el tiempo, incluso cuando debe resolver problemas. Tal vez más en estos tiempos que vivimos, post pandemia. Siento que en estos momentos este espectáculo es muy tentador, con finales distintos. 

—Viviste el éxito televisivo con tres temporadas de Corte y confección y el levantamiento a los pocos meses de Turno tarde: ¿cómo se aceptan?

P: Son muchos años de entender que el mundo es así. Hubo obras de teatro en las que creía y no duraron ni un mes. Tal vez un sociólogo te lo pueda explicar, para mí hay algo mágico. Son los gajes del oficio. Tengo una profesión, no creo ni en el éxito, ni el fracaso: son dos grandes impostores. Vengo de una familia de artistas. Tengo una edad que busco que sea un proyecto atractivo para mí y no sólo para el público. 

—¿Seguís colaborando en la ong Conceptos sencillos ayudando a los niños?

R: Si, ya hace ocho años que me sumé. Tenemos el hogar abierto, que se llama Mariposa. Me di cuenta que tenía la capacidad de abrir puertas. Fue cuando estaba en el programa de televisión de Marcelo Tinelli. Sentí que era ese momento. Tenemos médicos y psicólogos atendiendo. En estos momentos armamos con la directora, la gerenta y la abogada un texto que trata sobre el abuso infantil. Haremos funciones para público, buscando crear conciencia sobre este tema. Nuestra idea es llevarlo al país. Lo vamos a filmar para que sea incluido en distintos programas, para concientizar.