Londres.- Los fans de Harry Potter tienen marcado en el calendario el "día mágico" de 2007 en el que se supone saldrá a la venta el último libro de la saga del joven aprendiz de mago, en medio de las especulaciones sobre la posible muerte del protagonista.
Aunque todo son rumores, mientras la autora Joanne K. Rowling no diga nada en contrario, el 07/07/07 aparecerá el séptimo y último volumen de la serie y el mundo sabrá si el joven con la cicatriz en la frente tiene futuro o no.
Nunca un libro fue esperado con tantas ansias, según la prensa británica. Y probablemente ninguno tuvo una mejor campaña de marketing. Desde hace cinco meses, la campaña por el "HP7", como llaman los fans más "cool" al libro, es alimentada constantemente con informaciones a menudo confusas sobre el contenido.
En Navidad, causó revuelo el anuncio del título del volumen. En la página web en inglés de J.K. Rowling, quienes estuviesen interesados podían descubrirlo a través del Juego del Ahorcado. Quien "cliqueaba" sobre las letras correctas confeccionaba el título antes de que el monigote muriera ahorcado: "Harry Potter and the Deathly Hallows".
Un día después del anuncio, la librería online Amazon contaba ya con decenas de miles de encargos en Europa para la edición en inglés, pese a que no se sabe en qué fecha se publicará el "HP7" y que Rowling sigue trabajando en el manuscrito. El "HP6" fue en 2005 el libro con la mayor cantidad de ventas por anticipado de toda la historia de Amazon.
Por lo visto, el récord será superado por la próxima entrega. La elección del título fue en este sentido una maniobra inteligente. La expresión "Deathly Hallows" no es complicada sólo para los traductores, sino también para los propios ingleses. "Deathly" equivale a algo así como "mortales", pero "Hallows", según comenta a sus lectores el "Sun", pueden ser tanto personas como lugares o reliquias benditas.
Hasta finales de 2007, cuando la editorial Salamandra tenga terminada la traducción del libro, no se sabrá el título oficial en español, pero la ambiguedad ha dado paso en los medios y los foros de Internet a nombres que van desde "Harry Potter y los Santos de la Muerte" a "Harry Potter y las reliquias mortales", "Harry Potter y los Benditos Moribundos" o "Harry Potter y los mortales benditos".
Fue la propia Rowling quien introdujo además en junio pasado, en un programa de televisión, la posibilidad de que muera el héroe de la historia. "Agatha Christie lo hizo con (el detective) Poirot", afirmó la escritora de 41 años, que gracias a las venta de unos 300 millones de ejemplares en todo el mundo se ha convertido en la mujer más rica de Gran Bretaña.
"Prefería ser ella misma quien lo matara..." A ello se añadieron las declaraciones posteriores del actor que encarna a Potter en el cine, Daniel Radcliffe. "Siempre tuve la sospecha de que Harry debía morir", declaró el "Sun". Pues al fin y al cabo, el bondadoso mago y su adversario, el maligno Lord Voldemort, están cortados por el mismo molde. "Pienso que Voldemort sólo puede morir si a la vez muere Harry", señaló el joven de 17 años.
Es sabido que el misterio en torno a una muerte tiene excelentes resultados sobre las ventas. Y también los creadores de los personajes sacan ventaja de la muerte de héroes como Hercule Poirot (curiosamente también con las iniciales HP como Harry Potter). "Eso significa que ningún otro autor puede escribir después algún tipo de continuación", declaró Rowling al respecto.