Lograr más de treinta puntos de rating en la televisión actual llamaría a pensar en una proeza. Teniendo en cuenta que las grandes estrellas están en fuga (al menos hasta estos días), sólo podría imaginarse esa cifra en ciclos de ficción del prime time semanal, y ni así: el encendido es cada vez más bajo. Pero en lo que va de 2013, Jorge Lanata consiguió lo que nadie. El domingo pasado, su Periodismo para todos logró 30,1, transformándose en una verdadera sorpresa en el ámbito televisivo. Devenido en la primera figura periodística de El Trece, el conductor logró con las repercusiones mediáticas que causó su investigación sobre “la ruta del dinero K” acaparar a una gran teleaudiencia, ávida por seguir los pormenores del informe-denuncia que involucró a Lázaro Báez, Leonardo Fariña, Federico Elaskar y Fabián Rossi, entre otros, por los destinos de millones de dólares hacia paraísos fiscales.
Además del fuerte contenido periodístico con que Lanata cimentó su ciclo, también le fue encontrando la vuelta al formato sumando humor, sus conceptos cada vez más irónicos y virando hacia un showman que excede al conductor. La de esta noche será la tercera emisión del año, y probablemente termine de definir la suerte, siempre hablando en términos de rating, que lo consolide en la franja de las 22, en un día que fue ocupado históricamente por figuras y ciclos que quedarían grabados a fuego en la historia del canal, como Tato Bores y Fútbol de Primera.
Es de utilidad recordar que durante todo 2012, Periodismo para todos obtuvo un promedio de 15,6 de rating, en las 35 emisiones que duró, de abril a diciembre. Y su pico máximo fue 19,4, en las emisiones del 20 de mayo y el 30 de septiembre. Es decir, bastante menos de lo que consiguió en su segundo programa de este año, con el que duplicó a su promedio de 2012. Más aún, con los 15,6 no le hubiese alcanzado para estar entre los primeros cincuenta programas más vistos, lista copada por emisiones de la exitosa Graduados, las de Bailando por un sueño y partidos por Eliminatorias de la Selección Nacional, principalmente. Haciendo un juego periodístico y traspolando los 30,1 puntos del domingo pasado, le hubiera servido para ocupar el octavo puesto en el ranking 2012, sólo superado por dos partidos de la Selección, dos del ciclo de Marcelo Tinelli y tres de la ficción de Sebastián Ortega. ¿Qué cambió? ¿Por qué Lanata se transformó en la figura más popular de la actualidad televisiva? Tal vez decir que por cierta necesidad de parte de la sociedad disconforme con el relato oficial, sería desestimar una buena producción que juega (entiéndase, trabaja) para que el resultado periodístico se luzca enmarcado en un formato de show. De un exitoso show.
Entre denuncias y censura
En el curriculum de Jorge Lanata en TV, el momento de esplendor periodístico fue en su debut con Dia D (1996) aunque no logró la audiencia de estos tiempos. Acompañado por Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda denunció a la mafia del oro, anticipó la caída del Banco Comercial del Plata, pasó el video en que Galeano quiso comprar a Telleldín en la causa AMIA, denunció el primer caso de corrupción en el gobierno de Néstor K en el PAMI, entre otros casos. Lo censuraron tres veces en TV abierta y hasta Claudio Villarruel le bajó el pulgar cuando tenía todo arreglado para estar en Telefe en 2000. Después de todo fue su último trabajo televisivo en cable en Canal 26 antes de su desembarco en el Grupo Clarín.
A las 22.13 del domingo pasado, el conductor de Periodismo para todos dijo: “Tengo 52 y voy a hacer algo que considero humillante, pero debo hacerlo por los que no me conocen o que se olvidaron de lo que hice. Este país es muy loco, todo el tiempo tenés que explicar quién sos”.
