Elegir a los presentadores de los Oscar sin duda no es nada fácil para los organizadores. Muchos coincidirán que tal vez Ellen de Generes, en 2014, fue uno de los grandes aciertos, sin olvidar que en otros lo fue Billy Crystal –un veterano en esto, en la década del 90, condujo la ceremonia 6 veces y luego repitió en 2000 y 2004-.
De Generes impuso la famosa e irrepetible selfie con la pionera de los nominados Meryl Streep (nominada también este año a mejor actriz protagónica, por Florence: la mejor peor de todas) y no falto ni Julia Roberts, ni Bradley Cooper, ni el House of Cards, Kevin Spacey. Incluso, aparecía la pareja Brangelina (Brad Pitt y Angelina Jolie) cuando eran felices.
Al año siguiente el host fue Neil Patrick Harris y en 2016, haciendo honor a los siempre dejados de lado, según muchos, actores de color, lo hizo Chris Rock, que iba a repetir este año, pero se inclinaron por Jimmy Kimmel (49), un comediante nacido en Brooklyn, Nueva York, que desde 2003 conduce su talkshow Jimmy Kimmel Live! por la cadena ABC.
Kimmel fue presentador de los Emmy en 2012 y ese año cuando comenzó con su talkshow, al no ser conocido, ninguna estrella quería acercársele por lo que hacía una broma, diciendo que se había quedado sin tiempo para entrevistar a Matt Damon. Esa muletilla la continuó y hoy Damon y él parecen ser amigos. Hoy sucederá entre ambos algo similar seguramente, porque Damon figura como tercer productor de Manchester junto al mar, la que si se aplicara la lógica tendría que llegarse el Oscar a mejor película, en lugar de La La Land, pero se sabe que los caprichos de la Academia no son pocos.