¿Tiene sentido elucubrar (¡qué palabra!) una obra teatral sobre el sinsentido del lenguaje? ¿Sobre los contrasentidos de la lengua castellana? ¿Sobre la palabra y su sentido?
¿Escribir posteos ingeniosos en el propio muro de Facebook es vanidad? ¿Es vedettismo?, ¿Es…...túpido?
No podemos ahora responder estas grandes dudas existenciales……entonces hablemos sobre el ludolingüismo y cómo llegamos a hacer un espectáculo humorístico con este concepto.
La lengua, el lenguaje y las palabras no siempre van de la mano, porque sino sería una ronda; salvo que utilicemos estos ítems para contar la vida de un hombre que en una hora debe terminar su tesis sobre la lengua, el lenguaje y las palabras (Uf! Otra vez…). Jugar con el cruce de palabras, algunos términos, redefinir refranes, slogans, cambiarle el sentido a las frases hechas.
A ver:
“Joven argentino: si tienes entre 18 y 20 años, entonces tienes 19”
“Los dos hijos de Plácido Domingo, ¿serían dos ejemplares de un mismo tenor?”
“La paradoja: Si tengo un hijo que se hace cura, ¿le tengo que decir padre?”
En fin, jugar con el lenguaje, siempre me despertó entusiasmo y me llevó a ir asociando y haciendo chocar conceptos, palabras, términos, tópicos y publicarlos en las redes. ¡Volver a jugar! Sí, otra vez, retomar lo esencial del teatro -el juego, en su sentido más comprometido-. Algo que continúo desarrollando junto a mis queridos Macocos.
Con Diego Carreño aceptamos el desafío de correr el riesgo y escribir una obra que englobara todo lo anteriormente mencionado. Y en ése sentido, todo tendría sentido. Pero no el sentido del olfato o del gusto. No. El sentido del humor, herramienta con la cual atravesamos la obra La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus.
Equívocos, perogrulladas, axiomas ficticios, paronomasia, falsos derivados, aforismos, frases hechas, y más conviven “irrespetuosamente” en este unipersonal, protagonizado por un único actor (o un actor único…), y quien, además, se encuentra ¡sólo en escena!. O sea: un unipersonal interpretado y actuado por un solo intérprete, quien además, realizó la dramaturgia.
Volviendo al tema, y no en sentido figurado sino en el sentido de tener los cinco sentidos bien despiertos, nuestro personaje, E., intentará coronar su tesis y recibirse de filólogo y hombre de Letras. No tendría sentido que mucha gente hubiese sentido la oportunidad de ver esta obra. Y si tuviera o tuviese sentido…..nos preguntaríamos ¿cuál sería ese sentido? ¿Sentido ascendente? ¿Descendente? ¿En sentido contrario?
¿Tendría sentido común ese sentido?
¿Sería metafórico?
¿Sería un sexto?
(Un sexto sentido, claro).
Hemos sentido que éste es el sentido, y que le da un verdadero sentido a La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus (Síntesis de una hipótesis sobre la antítesis de una tesis).
Finalmente: ¿Es esta obra un sentido homenaje al lenguaje? ¿qué sentido tendría preguntarnos todo esto? Respuesta: Un absoluto sinsentido, obvio. O sea: sentimos que vale la pena descubrirlo. Me extralimité, lo siento.
Lo sentimos.
Lo hemos sentido.
*Director de La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus. La obra puede verse en El Camarín de las Musas. Mario Bravo 960. CABA.