Actriz y directora, Lali González y Mey Scápola enfrentan un nuevo desafío al iniciar la segunda temporada del unipersonal Las cosas maravillosas. El año pasado se conoció con la interpretación de Peter Lanzani, en el mismo escenario: Multiteatro Comafi. La obra de Duncan Macmillan y Jonny Donahoe fue traducida por Pablo Gershanik y anticipan que tendrá un elenco rotativo. Durante los dos o tres primeros meses tendrá la tonada paraguaya de Lali González, los lunes y martes a las 20 horas, desde el 24 de abril.
Mey Scápola fue discípula de Agustín Alezzo y Julio Chávez. Su primer estreno importante como actriz fue en Rancho de Chávez, luego siguieron muchos espectáculos y hasta el año pasado integró el elenco de Desnudos. Debutó como directora de actores en The Pillowman (2008) y conformó el primer equipo de gestión de Microteatro (2017), donde también dirigió y escribió obras.
El rostro de Lali González empezó a ser conocido mundialmente a partir de la película 7 Cajas (2012), pero aquí llegó su popularidad cuando enfrentando la pandemia se conoció la ficción nacional La 1-5/18 desde ElTrece. Tiene un intenso recorrido escénico en Asunción, donde durante tres años encaró el género del stand up. Confiesa: “Quise ser actriz desde la época del colegio, pero cuando me recibí seguí derecho en paralelo con la escuela de teatro. Me recibí de las dos carreras y trabajé en la Corte Suprema, en la parte administrativa. Hice muchos castings hasta que llegó 7 Cajas y se me abrieron las puertas del cine, en muchos países. Luego empecé a hacer teatro en Asunción”.
—¿Cuáles son las diferencias entre la puesta anterior y ésta?
MEY SCAPOLA: Pienso desde la actriz la dirección y sé que el espacio escénico cuenta. La propuesta busca romper la cuarta pared, las sillas siempre están sobre el escenario y eso no se puede cambiar. Busqué usar la luz para subrayar más los ámbitos distintos. En esta segunda temporada se buscaron diferentes narradores que cambiarán aproximadamente cada dos meses. Me considero directora de intérpretes y no puedo desconocer el instrumento que tengo enfrente. Propuse empezar con una mujer y me encantó el que fuese extranjera, por su manera particular de hablar. Lali (González) tiene un acento precioso y me conmueve. Tiene una verdad y profundidad preciosas.
—¿Cuáles creen que son las dificultades?
LALI GONZALEZ: Vuelvo al teatro de texto. Lo último que había hecho con este tipo de estructura fue Toc Toc en Asunción, durante ocho meses (2014). Después hice varios espectáculos creados por mí dentro del stand up. Pero en Las cosas maravillosas no puedo improvisar. Aquí hay una línea de comedia dramática, es un lenguaje muy diferente al del mundo audiovisual. Cuando me llamó Mey dudé un poco porque será mi debut teatral en Buenos Aires, pero me contagió su confianza hacia mí. Tengo que ponerle mucha atención a la pronunciación, ya que los paraguayos hablamos rápido y cerrado.
S: Habrá momentos en que se verá mejor y otros no tan bien, por eso decidí moverla por todo el espacio. Soy alguien que detesta el teatro participativo, el público estará invitado a un juego muy sencillo y ningún espectador tendrá que actuar. Busqué que en Las cosas maravillosas haya subidas y bajadas, corriéndolo del lado melancólico. Quise teñirlo de lo luminoso.
—¿Es una actriz diferente por estar formada en Paraguay?
S: Todos los buenos intérpretes tienen la misma formación. Creo que al ser mujer la lectura será diferente, porque la relación de una hija con su madre no es la misma que un varón. El universo femenino cambia en parte el espectáculo.
—¿Decidiste quedarte en Argentina?
G: Me propusieron la conducción y nos seguimos quedando (Ver Recuadro). Quería poder hacer teatro, teatro, y en la avenida Corrientes. Todos los latinoamericanos soñamos con poder actuar en estos escenarios.
Muchas ficciones y muchos desafíos
En Buenos Aires, Lali González encarnó su primer protagónico para una tira diaria y desde hace pocos meses empezó otro camino: la conducción. De lunes a viernes a las 14.30 es quien interroga en ¿De qué signo sos? desde ElTrece. Dice la actriz: “Estoy encontrando la ciudad más libre, ya sin pandemia y la veo más divertida. Descubro una faceta mía distinta y más madura. Nunca me sentí discriminada como tampoco lo son los argentinos cuando actúan en Paraguay. Estamos en una época donde estamos mucho más unidos todos los países, por medio de las ficciones. También estoy por grabar para Netflix. Me siento muy querida y como en mi propia casa”.
Mientras que Mey Scápola analiza: “Después de cuatro años de hacer Desnudos incluyendo giras, me encantó poder volver a la dirección. Hace poco terminé de filmar dos películas: Elena sabe con dirección de Anahí Berneri, para Netflix y Norma de Santiago Giralt. En ambas trabajo junto a mi madre (Mercedes Morán). Ahora estoy escribiendo y luego voy a dirigir para una productora nueva que eligió cinco obras de teatro para llevarlas a lo audiovisual, serán mini capítulos. Me convocaron y luego lo venderán a una plataforma. Haremos Simón con Marina Bellati, Rafael Ferro y Diego Gentile. Está también Pedro Levati, con quien creamos El buen retiro, el año pasado. También estoy dirigiendo para niños Cuentos en pijamas que va al teatro Astros, con Flor Suárez. Me gusta la idea de descansar un poco a las noches, aunque voy como directora a todas las funciones no es lo mismo”.