En 1973 Mick Jagger cantaba "Angie, todos nuestros sueños... se desvanecen en humo" y tenía en mente a Marianne Faithfull, quien mañana viernes cumplirá 60 años. " Angie", el exitoso tema de los Rolling Stones, fue una especie de triste adiós a un amor apasionado.
La hermosa rubia de colegio de monjas y criada en Hampsted, un distinguido barrio de Londres,ya había sido objeto de los peores titulares.
La prensa sensacionalista amaba a la cambiante hija de la baronesa Erisso y del psicoterapeuta Glynn Faithfull, que tiempo antes había sido espía del servicio secreto británico. Y la amaba porque sin complejos había dicho: "Me he acostado con tres de los Stones y luego me decidí por Mick". Los otros dos eran Brian Jones y Keith Richards.
Pero esas relaciones nunca tuvieron la hondura ni la intensidad de la relación entre Mick y Marianne. En la segunda mitad de los 60, ambos eran en Londres más o menos lo que hoy son Kate Moss y Pete Doherty.
Un poco más salvaje todavía, con un rastro de más inflexibilidad hacia sí mismos, como si dijésemos " Wilde Horses", otro éxito de los Stones en el que al parecer Jagger tenía en mente a la indómita Marianne.
Al igual que en su canción "Sister Morphine", que muchos biógrafos le atribuyen a ella, aun cuando fue incluida más tarde en el álbum de los Stones "Sticky Fingers" con la autoría de Jagger/Richards. El título recuerda los excesos en la drogas, a la fructífera adicción de la que la cantante y letrista, dotada de un extraordinario talento, no pudo desengancharse durante muchos años.
Tan sólo en 1987, Faithfull, que 23 años antes se había convertido de la noche a la mañana en una estrella con el super éxito "As Tears Go By" -escrita para ella por Jagger y Richards - consiguió dejar el consumo de heroína.
Muchos no creían que realmente lo conseguiría, pues a comienzos de los años 70, tras la separación de Mick, se vino abajo en varias ocasiones e incluso intentó suicidarse. Además llegó a vivir como indigente en Londres enganchada a la droga.
La música fue tal vez sobre todo lo que le ayudó a superar los golpes del destino. Su boda con el bajista Ben Brierley del grupo Front le aportó felicidad en la esfera privada. La idea de Brierley de convertir a Marianne en una “lady” del Punk no fue muy afortunada; sin embargo, sus intentos con la balada, la chanson y un pop exigente le reportaron el éxito que buscaba y que merecía.
En 1979 los expertos elogiaron su álbum " Broken English". Los críticos consideraron que la indómita Marianne se había convertido en una "artista contemporánea adulta" y constantemente ha sorprendido con un rock valiente a sus fans en todo el mundo.
También tuvo buena recepción por parte de la crítica el álbum editado en 2004 "Before the Poison". Pero de nuevo volvió a golpear el destino: un diagnóstico de cáncer de mama. Y Faithfull tuvo otra vez suerte. En noviembre comunicó que se había curado.
"Fue una experiencia extraordinaria", dijo todavía marcada por el tratamiento. "Antes no hubiese sabido nunca cuántos amigos tengo", expresó. En la próxima primavera reanudará su gira mundial que tuvo que interrumpir por el tratamiento de cáncer.