ESPECTACULOS
‘ROCANROL COWBOYS’

Los Ratones Paranoicos en pleno fuego e infierno

Plástico, la dupla formada por Alejandro Ruax y Ramiro Martínez, genera un documental excepcional sobre los gigantes al mando de Juanse.

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Momentos. El documental recorre desde los comienzos en Villa Devoto hasta los recitales en vivo de reunión en el Hipódromo de Palermo. Se ven los días con los Rolling Stones. | cedoc

Indiana Jones. Trabajo arqueológico.” dice Alejandro Ruax, la mitad creativa de Plástico. Habla sobre el proceso de rastreo de material de archivo de la vida en los años 80 y 90 de los Ratones Paranoicos. Y suma: “Sabíamos de la existencia de diferentes artistas que los habían seguido en diferentes épocas, y al mismo tiempo, ellos trasteando ese material que lo tenían completamente olvidado”. Pero después de “trabajo de hormiga por dos años”, tanto Ruax como Ramiro Martínez, la otra mitad de los expertos en videoclips Plástico, fueron encontrando hallazgos, desde momentos de la TV hasta instantes íntimos, que despiden una alegría fuera de borda (Juanse contando cuando estuvó en la pileta con Ron Wood en la previa a los shows de los Stones en River). Y así, con archivos y con voces, sobre todo la de los Ratones de ayer y hoy, se genera una épica como ninguna en el rock argentino, un documental que viene a demostrar que se puede hacer con una banda popular para que el mundo, el torpe, la redescubra. Y así se generó el estreno de Netflix, Rocanrol Cowboys. 

   —Hay escenas para espiar a los Ratones Paraonicos. ¿Eso buscaban?

ALEJANDRO RUAX: Queríamos reinvidicarlos como banda. Son una banda supergrossa del rock, y se merecían un reconocimiento. Hubo una búsqueda de esa justicia.

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RAMIRO MARTINEZ: Cuando empezas a hacer la lista, tipo, hicieron esto, aquello, hicieron cinco River...para para...se merecen una peli. Esa es la excusa. Cuando le contas a alguien que no conoce, que se queda con lo más superfluo, con Vicio abriendo Videomatch, y te estas perdiendo con partes fundamentales del rock del país.  

—¿Cómo fue que decidieron darle la forma final hoy que vemos a la película, hecha principalmente con archivo y voces en off?

A: Hicimos entrevistas en off, con cada uno de los Ratones, por separado, y lo trabajamos como si fuese un videoclip. Hicimos solo la línea de audio, todo negro nuestro timeline, y esa es la base, la historia contada por ellos. Y desde ahí salíamos a buscar con que graficamos cada escena.

—Ustedes no esquivan la mugre, y la banda habla de eso. ¿Cómo lograron esa sinceridad?

A:  Los agarramos en un gran momento, porque el momento de las entrevistas fue el momento de la reunión de 2017. Ahí estaba la tensión de Sarco que todavía no terminaba el duelo con Juanse, Juanse que ya estaba en su etapa religiosa y que veía aquello como algo que yo no era. 

R: Que haya sido solo un grabador, las notas por separados, sin grandes cámaras, permitiendo el relajo: así fueron contando las cosas como lo hicieron. Gracias a eso.

—Es interesante que se da una especie de historia paralela de los Ratones Paranoicos pero sin esquivar nada de lo que hace a su historia popular. ¿Cómo hicieron eso?

A: Nosotros creíamos que buscar el archivo iba a ser muy fácil. Que llamabas al canal pidiendo tal tape. Y no tenían nada, y si lo tenían, le habían grabado encima. De los años 80 y 90 fue muy difícil conseguir cosas. Juanse tuvo esa previsión de tener todo el 

tiempo gente que lo esté filmando. No se fue si fue idea de él, pero fue crucial para poder generar esto.

—Hay algo de redescubrir a Juanse como estrella de rock, y eso hace al epicentro de la película.

A: El diseño para mí, en perspectiva, es ver como el tipo tenía muy en claro que quería y desde el vamos. Se rodeó de quien tenía que rodearse. La estaba rompiendo y en lugar de gastarse toda la guita, sale a buscar a Will Oldham. No solo había una estrella de rock, había sí una banda que sabía lo que quería incluso en esa fiebre.

 

Un origen sagrado 

“Fue en 2014, 2015, donde vimos ese video, y ese fue el origen de la película.” dice Alejandro Ruax.  Y habla de una escena, poderosa, donde Juanse, ya en la fe religiosa que tan popular lo ha hecho en estos días, grita al público consignas de su fe y empieza a tocar. Y todos saltan sin parar. Suma Ramiro Martínez: “Cuando lo vimos, no estaba completo, tuvimos que rastrearlo. Conseguimos otra cámara, hablamos con el episcopado argentino, hubo que rastrear muchas cosas. Pero ese video fue el que nos dijo que ahí había una película grossa. Ahí empezamos a ir para atrás y justo en ese momento no sabíamos que estaba la película de Diego Levy, Juansebastian.” Agrega Ruax:“La nuestra funciona casi como una precuela”.

—¿Hay escenas que se quedaron muchas ganas de poner?

R: Pappo y Juanse, hablando a las cuatro de la mañana, Pappo queriendo ir a grabar otra vez. Pappo se larga a cantar y  te pone la piel de gallina.

—¿Cómo fue el vínculo con los Ratones al  mostrarles al material?

R: Juanse fue siempre el que estuvo arriba del proyecto, involucrado. Muy buena predisposición siempre de todos. 

A: No todos la vieron completa, al menos de nuestra parte. Roy y Juanse, y nunca nadie nos dijo nada sobre sacar cosas. Nosotros fuimos con todo a la parrilla, y que nos dijeran si querían sacar algo. Como lo agarramos a Juanse en su nueva vida, no le jodió hablar de ese pasado.

R: Él ahora considera que ese espejo refleja a otra persona.