Si se toma en cuenta la edición del primer simple de Los Gatos Salvajes, este año se cumplen cinco décadas del inicio del rock en la Argentina. Otra posibilidad es considerar el simple de Los Beatniks (con Moris y Pajarito Zaguri, en 1966) o el éxito de La balsa de Los Gatos (1967), sumando así tres hechos puntuales que hacen posible augurar tres años de festejos y celebraciones.
Sin importar cuál de ellos es el punto de partida de este universo musical, cultural y social, es indudable que a lo largo de “todos estos años de gente” –como cantaban Luis Alberto Spinetta y Fito Páez– hubo infinidad de anécdotas, momentos claves, genialidades, escenas patéticas, héroes anónimos, canciones clásicas y discos inolvidables. Explorarlos en detalle llevaría más de 500 páginas, pero un vistazo por década permite vislumbrar algunos destellos claves de esta inmensa historia.
De la primera década 65-74, sin dudas que un hito fundamental fue la realización en 1969 del primer ciclo de recitales en un teatro importante. Se llamó Beat Baires y fue en el Coliseo, en el insólito horario de domingos a la mañana, único espacio disponible para una música que daba sus primeros pasos. Estuvo organizado por el sello independiente Mandioca (Jorge Alvarez y Pedro Pujó) y Aníbal Gruart (mánager de Almendra), asistieron 1.800 personas por fecha, y con ver la programación salta a la vista que aún no había suficientes bandas de rock importantes, porque debían apelar a una dispar unión de estilos musicales para conformar un proyecto tan grande. Tocaron Conexión Nº5, Piel Tierna, Charlie Levi, Litto Nebbia (con Tanguito de invitado en un tema), Los Mentales, Hielo, Almendra, Engranaje, Los Abuelos de la Nada (sin Miguel Abuelo), Manal, Moris, Vox Dei y Leonardo Favio.
Del período 1975-84 sobresalen dos acontecimientos que abren y cierran esa etapa. En una punta, el Adiós Sui Generis que se convirtió en la mayor convocatoria del rock local: los recitales del 5 de septiembre sumaron 25.600 personas. Nadie esperaba hacer dos funciones, pero las 11 mil localidades de la función de las 20.30 se agotaron a fines de agosto, y la primera reacción de los organizadores fue agregar 3 mil entradas más, llenando el Luna Park como nadie hizo jamás (ni lo volvió a hacer) con la impresionante cifra de casi 15 mil fans. Nuevamente contra las expectativas, éstas también se agotaron, por lo que se decidió hacer otra función más esa misma noche, que se filmó y grabó para una película y un disco en vivo. En el otro extremo, tanto Soda Stereo como Virus tocaron en 1984 en el teatro Astros, dejando claro la popularidad en aumento de un recambio generacional de artistas que incorporaban nuevos elementos al rock local.
Una etapa fascinante abarca de 1985 a 1994, con una explosión de estilo y subgéneros, donde ganaron fuerza el dark (Don Cornelio), el ska (Los Fabulosos Cadillacs), el reggae (Los Pericos), el rock and roll (Ratones Paranoicos), el rock sónico (Babasónicos), el blues (Memphis la Blusera) y el rock barrial (Los Piojos). La mayor convocatoria, sin embargo, recayó en Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, que en 1994 dio recitales de antología en la cancha de Huracán, sumando 100 mil personas con una función en mayo (40 mil) y dos en diciembre (60 mil).
La cuarta década (95-04) incluyó el inicio de una nueva serie de festivales donde el público demostró una tolerancia inédita en el rock local, tal como se vio en las primeras ediciones del Cosquín Rock, Buen Día, Quilmes Rock y Personal Fest, además de los multitudinarios ciclos gratuitos que se convirtieron en clásicos del verano en la Costa Atántica.
Ya en el pasado reciente, de 2005 a 2014, cientos de bandas y solistas “post-Cromañón” lograron debutar en vivo y en discos, mientras artistas clásicos se reunían en vivo, como Soda Stereo, Los Fabulosos Cadillacs, Illya Kuryaki & The Valderramas, Todos Tus Muertos, Viejas Locas y Los Brujos. Un dato inusual de estos tiempos actuales es que gran parte de los músicos de mayor crecimiento y popularidad no surgió de las filas de las productoras habituales, sino que cada uno se abrió camino por las suyas, generalmente junto a un amigo mánager. Por ejemplo: Dread Mar-I, Las Pastillas del Abuelo, Tan Biónica, Lisandro Aristimuño y Salta La Banca.
*Periodista, autor del libro 50 años de rock en Argentina.