Quienes acumulan más de 40 años de vida pueden recordar cuando, allá por la década del ochenta, surgió el servicio de televisión por cable en nuestro país: las pantallas se dedicaban a pasar películas sin publicidad, y lo que la señal emitía entre uno y otro film eran, simplemente, trailers del resto de las películas que iban a emitir. En ese entonces, se argumentaba que el pago del arancel por el servicio era justamente para evitar que el espectador padeciera publicidades. Evidentemente el tiempo transcurrió, y décadas más tarde quien desea ver cable es más probable que se cruce con una publicidad que con una película.
En el presente, si se desea estar lejos de la publicidad en lo que a pantalla chica se refiere, las opciones son servicios de streaming como Netflix o como el Flow que provee Cablevisión. Sin embargo, las empresas van a tener que tomar en cuenta que, al parecer, los consumidores aprendieron la lección del pasado, ese “primero te lo cobro porque no tiene avisos, luego te lo sigo cobrando con avisos porque ya internalizaste el consumo de mi producto”.
De acuerdo a un estudio realizado en el Reino Unido que difundió el site especializado Movieweb, un 57% de los clientes de Netflix se mostraron dispuestos a cancelar su suscripción si el gigante del streaming comienza a implementar la inclusión de avisos publicitarios en la plataforma. Incluso en la encuesta fueron más allá, y se descubrió que el 42% en ese caso lo abandonaría incluso si bajaran el precio de las suscripciones.
Es evidente que se trata de una encuesta en un mercado localizado y que Netflix declara poseer 140 millones de suscriptores en todo el mundo. Es decir, es una pista ante in posible escenario más que la declaración de una catástrofe. Sin embargo, se trata de un dato a tomar en cuenta. Si el suscriptor no acepta la publicidad, y en pocos meses Netflix debe tolerar la competencia entre otras de Disney más la expansión constante de Amazon Prime Video (es decir que los consumidores muy probablemente no contraten todos los servicios sino que eligan unos y descarten otros), ¿qué ocurrirá con los números hoy rojos en el área contable del gigante de streaming? Dicho en otras palabras: ¿cuál es el futuro del pionero que impuso un modo de consumo que no está en condiciones de sostener en el tiempo?
