A cuatro meses de su emisión por la pantalla de El Trece, la importada historia de amor de Onur Aksal y Sherezade Eviyaoglu, protagonistas de la costosa novela turca Las mil y una noches, se consolida como el programa más visto de la televisión argentina –promediando 18, 19 puntos–, y sus personajes se han metido en los hogares argentinos con su cultura, usos y costumbres.
Con otra estética y enfoque, Halit Ergenç (44) y Bergüzar Korel (32) parecen encarnar hoy el ideal de pareja romántica en la ficción, pero – tal cual la advertencia del millonario de Binyapi al conceder los miles de dólares a la desesperada arquitecta por una noche de sexo–, nada es “gratis”. Celos enfermizos, envidias, secuestros, atentados, estafas en una familia patriarcal, casamientos “forzados”, hijos no reconocidos, divorcios, asesinatos, adicciones al alcohol y la cocaína, una ex que se suicida, enfermedades terminales y lo que es loable, campañas a favor de la donación de sangre y de órganos para niños que padecen leucemia, son algunos de los sucesos que se van desarrollando en los vertiginosos capítulos de esta novela escrita por Mehmet Bilal, Murat Lütfü, Yildiz Tunç, Ethem Yekta, dirigida por Kudret Sabanci y exaltada con bellos exteriores de Estambul, vistas panorámicas del río Bósforo, todo acompañado de la célebre composición del ruso Nikolái Rimski-Kórsakov, Sherezade, y la música original del contemporáneo Tirac.
En Turquía, la telenovela se emitió en el Canal D durante tres temporadas, que se extendieron de noviembre de 2006 a mayo de 2009. Aquí se verá hasta septiembre próximo, y el final de este cuento de hadas turco llegará con felicidad gracias al hijo de Sherezade, el pequeño Kaan, interpretado por el niño Efe Çinar.
Es que Sherezade, convencida de que fue Onur quien reveló el secreto de su “noche negra” (cuando se vende sexualmente por 150 mil dólares para salvar la vida de su hijo), se alejó de él y de todos. Tratando de comenzar una nueva vida, conoce al arquitecto Engin (papel a cargo de Ege Aydan), y acepta casarse con él “para olvidar mi pasado” y tener paz. Momentos antes de concretarse la unión civil, Kaan se escapa en un taxi y sale en busca de Onur. “No quiero que mamá se case con ese hombre. Me voy a quedar aquí contigo, por favor…”, le dice llorando cuando llega a la casa de su padre.
Antes de que Sherezade dé el “sí, acepto”, aparece en la fiesta Onur, de la mano de Kaan y Nilufer, su hija biológica (interpretada por la actriz Dilara Kavadar). Engin comprende que ha perdido y que Sherezade pertenece a ellos.
Es la escena final. Mientras Sherezade camina hacia Onur y sus hijos, comienza a escucharse la sugestiva voz de Nadide (Tomris Incer) en off, relatando como un cuento “había una vez un rey capaz de mover la tierra, el mar y los cielos; y decía de las mujeres: ‘Amigo, no creas en las mujeres, ríete de sus promesas. No olvides que el diablo usó a la mujer para expulsar a Adán del Paraíso’”…
Mientras evocan una sucesión de escenas de los momentos más destacados de la telenovela, la voz de la actriz resume la historia del rey Saserilla y Sherezade de Las mil y una noches: “El amor que sentían el uno por el otro fue más fuerte que cualquier otra cosa y desde entonces sólo vivieron para amarse sin que nada ni nadie los pudiera separar”, termina cerrando como el final de los cuentos…
La otra historia de amor, la de Bennu (interpretada por Ceyda Düvenci) y Kerem (Tardu Flordun), también tendrá final feliz: divorciada de Kerem, ella decide irse a los Estados Unidos para internarse y rehabilitarse del alcoholismo, pero él, en lugar de despedirla en el aeropuerto, se sube al avión jugándose por la reconciliación: “¿Cómo te puedo permitir que me puedas olvidar?... Yo sin ti no soy yo”, le dice, antes del esperado beso de amor.
Kerem ya había renunciado al holding de Binyapi dándole un poder a su hermano Burak (a cargo de Mert Firat) para que venda sus acciones, y despidiéndose de Onur con esta frase: “No vamos a vernos nunca más, pero tú siempre serás mi hermano”.
En tanto, el patriarcal y dogmático Don Burhan (a cargo del gran actor Metin Çekmez) “no debería, pero te perdono… bésame la mano”, les dice a su hijo Ali Kemal (interpretado por Ergun Demir) y al hermano de su nuera, Gari (Bart Kücükcaglayan), una vez que salieron de la cárcel tras el robo que le hicieron en su propia fábrica.
Don Burhan y su fiel esposa, Nadide Eviyaoglu, en tratamiento de recuperación por cáncer, deciden vender la fábrica y comenzar a viajar y disfrutar de un crucero por Europa. Nombran herederos a sus cinco nietos, y en cambio, a Alí Kemal tan sólo le ofrecen empleo en uno de sus locales de Tashan para que mantenga a su mujer y sus hijas Buket Evliyaoglu (a cargo de Feyzan Çapa Gizem Günes) y Burçu Evliyaoglu (interpretada por Hazal Gürel), quienes deben mudarse a un pequeño departamento: “Deberá trabajar como todos, y aprenderá a vivir como un hombre decente”, dice Don Burhan. Su nuera, Füsun (papel a cargo de Yonca Cevher Yenel), en un todo de acuerdo con su suegro, será ahora quien administre el dinero.
En este último capítulo ya no aparecen ni Doña Feride, mamá de Onur (personaje encarnado por Meral Çetinkaya), quien se fue a París a casa de su hermana, ni la querida ama de llaves y donante de Kaan, Miriban (Melahat Abbasova), quien viajó a su país y decidió quedarse allí.
Chile fue el primer país hispanohablante en emitir Las mil y una noches con gran éxito. Luego se vendió a nuestro país, Ecuador, México, Puerto Rico, Uruguay, Paraguay, Perú, Brasil y Colombia (ver recuadro). Un amor sin fronteras y mucho rating.
FRACASO EN BRASIL Y COLOMBIA
El éxito de Las mil y una noches en nuestro país contrasta con el fracaso de la tira turca en los mercados televisivos más fuertes del continente. En Brasil debutó por la señal Bandeirantes el 9 marzo a las 20.20 (va de lunes a sábados) marcando una media de 2,7 (unos 181 mil hogares), cifra que apenas supera a 40 capítulos de su estreno. Está en un canal que navega por el cuarto lugar, y el público brasileño opta por las producciones locales. Globo lidera el prime time con Babilonia, historia protagonizada por Andrea Esteves (la Carmina de Avenida Brasil), promediando casi 30 puntos, mientras que Rede Récord la secunda con la bíblica Los diez mandamientos, ficción en la que habría invertido alrededor de 700 mil dólares por capítulo.
En Colombia, Caracol había apostado desde septiembre de 2014 por Las mil y una noches a las 15 (luego la corrió a las 16 y 16.45) y apenas arañó los 3 puntos en su primera emisión y la cosa no cambió demasiado. El capítulo final promedió 4,7 en momentos donde el otro gran productor de la tevé colombiana, RCN, lidera el horario central con una tira hecha en casa: Diómedes, el cacique de la junta, que promedia arriba de los 14 puntos, seguida por la narconovela Tiro de gracia, que aquí emite Canal 9.