ESPECTACULOS
Claudia Albertario

Patina con mucho dolor

Mientras practica doce horas semanales con patines hechos a medida, la actriz espera el mes de julio para mandarle un mail a Almodóvar.

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En los ensayos contabiliz tres golpes fuertes. Uno fue en la cola; tuvo "amortuguacin". | Cedoc

Uno, dos, tres enviones y ahí va. Claudia Albertario se desliza por la pista de patinaje del barrio de Belgrano con la seguridad que, desde noviembre, le dieron las doce horas semanales de ensayo. Aun así, no hay caso, aún no logra girar sobre su eje. “ Vamos despacio. Tampoco me quiero lastimar”, dice la participante de Patinando con las estrellas , el ciclo que Marcelo Tinelli lanzará a mediados de abril y para el cual convirtieron el estudio de Ideas del Sur en una gigante pista de hielo. Su coach, Mariela Pérez, y su entrenadora, Sandra Fonseca, le dicen una frase de apoyo: “¡Pero si vas re bien!”. En un breve descanso la actriz muestra un video que grabó en su celular, en el que Favio Gigli, su compañero, la revolea por el aire. “ En este caso, no hay soñadores. Son todos patinadores profesionales y el sueño no es para ellos, sino para una entidad. Nosotros pensamos en Villa La Cava. Queremos armar un entorno para que los chiquitos puedan crecer en mejores condiciones”, cuenta.

—¿Cómo te llevás con los patines?
—Nos estamos conociendo. Es un trabajo de hormiguita y un desafío porque es algo que desconocía totalmente. De chiquita, a veces, venía a patinar sobre hielo con mis amiguitas.

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—¿Te caíste muchas veces?
—Sólo tres. Una vez me caí de culo, pero ahí tengo buena amortiguación. Y otra vez, tratando de hacer una vuelta en el aire me clavé el filo del patín en la pierna. Creí que me desmayaba de dolor.

—¿Aceptaste en seguida cuando te convocaron?
—Me sorprendió y no sabía si iba a poder, pero soy muy mandada. Y ahora ya estoy en el baile. También estoy tomando clases de danzas clásicas, que tienen mucho que ver con el patinaje y sus posturas. Con esto de abrir y cerrar las piernas. Me estoy matando. La profesora es muy exigente. Me dice: “Arriba, arriba la pierna, mantené, mantené”. Y me pega en la mano.

—¿Te ves como posible ganadora?
—¡No sé! Falta mucho para eso. Quiero ver cómo voy a reaccionar en el vivo. Todavía no empecé con las coreografías, pero para el inicio del programa tenemos que tener cuatro preparadas. Me encantaría llegar a la final, aunque no me voy a matar para lograrlo.

—¿Viste a las otras participantes?
—A la única que vi es a Jesica Cirio porque viene a entrenar a esta pista. Va muy bien...

—¿Los patines te los compraste?
—Me los dio la producción. Los hicieron a medida. Tengo los pies llenos de ampollas y un dolor de pies increíble porque son muy duros. Me parece que voy a seguir con este deporte una vez que termine el programa. Es genial como terapia, es un mundo aparte. Hasta en cuestiones climáticas. En la calle hace 40 grados y acá venís con polera.

—Hablando de patinar, ¿sos de patinarte la plata?
—Síííí. Soy de las que dicen que la plata se va de paseo y no vuelve. No soy buena ahorrando ni buena administradora.

—¿Y cómo te organizás para pagar las cuentas? ¿Vivís sola?
—A veces sola, a veces con mi novio y otras con mis padres. Voy de un lado al otro. Mi ropero es el baúl del auto. Además, estoy viajando a San Luis y me llamaron para hacer Amor mío en México. Estoy practicando la tonadita, ja ja.

—El año pasado te conectaste con los productores de Almodóvar para trabajar con él. ¿En qué quedó eso?
—Mandé un mail a su productora que decía: “No creo que Pedro quiera perderse la oportunidad de conocerme” (risas). ¡Y me contestaron! Me dijeron que estaba en la posproducción de Volver y que en julio de 2007 les volviera a enviar el material porque iba a preparar un largometraje. Ahora depende de mí seguir avanzando o no.

—¿Te ves como una chica Almodóvar?
—Sí. ¿Por qué no? Sería buenísimo. Yo no pierdo nunca los sueños ni las fantasías. Soy como una niña.