ESPECTACULOS
Victoria Alonso

“Todos queremos ser superhéroes”

La argentina vicepresidenta de Marvel Studios revela los secretos de la industria del cine de entretenimiento.

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Jefa. Victoria Alonso es talento de exportación. Una mujer ejecutiva en la multinacional Marvel. | cedoc

Goose es femenina. Quiero que  pongas eso”, insiste Victoria Alonso, la argentina vicepresidenta de Marvel Studios, el hogar de superhéroes que ahora todos conocen y que redefine desde 2008 la industria del entretenimiento con su modelo narrativo integrado, similar al universo lúdico en papel que dio origen al género. Goose es la gata de Capitana Marvel, el más reciente megasuceso de Marvel y una de las películas que más enorgullecen a Alonso (la otra es Black Panther ya que “la inclusión es para nosotros un proyecto importante” –se rumorea que la venidera Eternals tendrá un protagonista gay–), que no solo es parte del triunvirato que decide cada paso de Marvel en el cine sino también una premiada leyenda de los avances técnicos visuales y ferviente defensora del 50/50 a la hora de hombres y mujeres trabajando juntos. Los números de Capitana Marvel, que ya son récord –una costumbre casi anual de Marvel– y la ansiedad por Avengers: Endgame, la secuela de Avengers: Infinity War, son en gran parte responsabilidad de alguien que se enamoró del noveno arte en el Cine Ocho y el Cine San Martín de su La Plata natal y que insiste en inculcarle “el cine y el teatro” a su pequeña hija.

—¿Qué nervio ha tocado el superhéroe como género y modelo industrial del entretenimiento en Hollywood que ha permitido el éxito actual de Marvel? Digo, hoy hasta las abuelas saben quién es Vision y era un personaje clase C del cómic.

—Quizás es así: si hoy una abuela sabe quién es Vision tiene que ver con la simpleza de la historia contada. Las nuestras son historias simples si lo que buscás es simpleza. Si uno empieza a pelar la cebolla, ahí hay más. Siempre hay más y vas a llorar si querés llorar. Nosotros buscamos a la familia, a la abuela de 80 y que vayas con tu hija de 8, y con tus padres, y tus hermanos. Y que todos tengan una experiencia. Una experiencia que puedan compartir. Esa es la clave: de 8 a 80. Es una cuestión que tiene que ver con el humor de nuestras películas.

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—Después de “Black Panther”, la diversidad y las nominaciones al Oscar a Mejor Película, de “Capitana Marvel” y su protagonista mujer, ¿cómo se balancea la idea de que las películas son entretenimiento de 8 a 80 y  un modelo moral de conducta?

—Es difícil. No te lo voy a negar. No te olvides que nosotros vendemos el entremetimiento de las dos horas que estás ahí. O sea, estar ahí y darte una lección de moral no es lo que queremos hacer. De ahí a que vos saques tus conclusiones, OK. Nosotros no tenemos el control del acceso que me das como audiencia.  No sabemos cuál de los dardos que estamos tirando va a entrar. No somos inocentes y sabemos que todas nuestras películas tienen algo, algunas tienen algo de política, otras de otras cuestiones, o menos política. Todas tienen sentido del humor, todas tienen acción, todas tienen la marca del superhéroe: eso es lo que son. Me parece que cuanto más hagamos a nivel moral que te pueda dar la pauta del cambio, es una cuestión de ustedes y no de nosotros.

—¿Qué descubriste de los superhéroes como relato trabajando sobre ellos?

—Que son universales, que todos queremos ser superhéroes. No importa de dónde venís, quién sos, qué edad tenés. Es algo que es muy universal, que es innato. En cualquier momento de nuestras vidas, sin tener una capa, una máscara, todos nos ponemos a jugar. Ese es el gran regalo de estas películas: te olvidás del momento, te olvidás de cosas que por ahí te preocupan, y te divertís, te dejás llevar, soñás.

—¿Sienten una responsabilidad con ese chico o chica de 14 años?

—La responsabilidad es que siempre podamos mostrar los dos lados de la moneda. Que no sea todo simple, que no sea en la cara. Que hables de ese algo que te incita la película, sea fanatismo o darte cuenta de quién podrías ser. Perder el resentimiento con alguien, o cualquier reacción humana.

Crear sin límites

—¿Cuál es el primer recuerdo que tenés de ver cine y sentir “yo quiero contar historias”?

—Me acuerdo mirando películas como Casablanca o Dr. Zhivago en el cine y sintiendo algo muy diferente de lo que yo sentía cuando miraba tele, por ejemplo. Y entender que era un formato que me movilizaba. Eso de chiquita, tipo 14 años. Eso fue muy importante.  Yo iba mucho al cine y veía lo que podía ya que crecí en la dictadura.

—¿Hasta dónde pensás que pueden llegar los efectos especiales en los superhéroes?

—No hay límite. Para hacer nuestras películas y pensar en límites, no tendríamos que hacerlas.  No entramos con límites. Entramos con la idea de “a ver”, la libertad de ver lo que hay, de ahí en más es una cuestión de realidad en términos de producción. Es una cuestión de tiempo. En Marvel lo posible es una cuestión de tiempo. A nivel técnica no hay nada que no se pueda hacer. Vamos a jugar con las posibilidades del cine hasta que ustedes dejen de ir a ver las películas. Es algo que va a pasar. Espero que nunca dejen de ir a verlas. Nunca pensamos en los límites. Es más: siempre pensamos qué más podemos hacer.

—¿Tenés algún favorito después de tantos años alrededor de superhéroes?

—No tengo superhéroe favorito. Sí tengo un favorito, lamentablemente no podría tener el amor y la pasión de hacer la próxima película. Mi favorito es el personaje que estamos haciendo hoy.