La tarde del lunes 8 de enero, el horror y la desesperación se hicieron presentes en el centro de la ciudad de Fort Worth, Texas, a causa de una potente explosión que sacudió las instalaciones del Hotel Signature Sandman, ubicado a la altura 810 de la calle Houston. El impacto dejó un saldo de 21 personas heridas, desatando el caos en una de las zonas más transitadas de la ciudad.
El estallido, inicialmente atribuido a la detonación de un tanque de gas, ocurrió en el icónico rascacielos de 20 pisos construido en 1920, que forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos desde 1979. Las imágenes captadas después del suceso revelan escombros esparcidos y a socorristas lidiando con las secuelas de la explosión.
La magnitud del incidente llevó a la movilización inmediata de servicios de emergencia y rescate. Entre los 21 heridos, una persona se encuentra en estado crítico, dos en estado grave y los demás con heridas leves, según informó The New York Times. El Departamento de Policía de Fort Worth emitió una alerta instando a evitar el centro de la ciudad.
Las autoridades no proporcionaron detalles sobre la causa exacta de la explosión, pero se estableció una zona de reunificación familiar en el distrito peatonal de Sundance Square. En una conferencia de prensa, Craig Trojacek, portavoz del Departamento de Bomberos de Fort Worth, mencionó que se estaba construyendo un restaurante en el hotel y que sintió la presencia de un "olor a gas en el área".
Sin embargo, aseguró que no estaba claro en que zona ocurrió la explosión. Además, Trojacek confirmó haber "recibido informes de personas atrapadas en el sótano".
Rebbeca Martínez, testigo del hecho que vive en un edificio lindero al hotel, recordó escuchar un intenso crujido seguido de escombros y un espeso muro de polvo que decoraban las calles de la cuidad.
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Después, decidió salir para ver qué ocurría pero se topó con una mujer y un hombre reclinados contra una boca de incendios. "El hombre estaba todo ensangrentado, tenía la cara toda ensangrentada", manifestó Martínez y afirmó que comenzó a oler el intenso gas natural para luego alejarse del área.
El Sandman Signature Hotel, se encontraba en una zona céntrica cerca del Centro de Convenciones de Fort Worth. Las imágenes aéreas mostraron bomberos entre escombros y cristales rotos, con al menos dos docenas de habitaciones ocupadas en el momento del estallido.
A pesar de la incertidumbre sobre las causas exactas, investigadores federales trabajan en conjunto para esclarecer lo sucedido. Técnicos de Atmos Energy, distribuidor de gas natural, y representantes de la Comisión de Ferrocarriles de Texas participan en la investigación.
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“La seguridad y el bienestar de los miembros de nuestro equipo y de los invitados es nuestra prioridad”, declaró la empresa canadiense propietaria del hotel, Northland Properties Co., y aseguró que brindarían su ayuda para colaborar con los heridos y “apoyarlos plenamente en este momento”.
Este impactante suceso ha dejado a la comunidad de Fort Worth en alerta. Sin embargo, continúan los esfuerzos conjuntos para entender los eventos que llevaron a la explosión y mitigar sus consecuencias.
AT
