Maradona vivió tantas vidas que nos dio la posibilidad de elegir a qué Diego queríamos despedir. Así como ofrendó goles y jugadas para repartir, también dejó retazos de sus vidas para que nos identifiquemos. Hay para todos y todas: solo es cuestión de tomar al Diego que nos calce.
Está el amigo incondicional y el enemigo despiadado, el del potrero de Fiorito y el que se coronó en el Azteca, el padre ejemplar y el marido dudoso.
El de las frases memorables y el que se trababa con las palabras, el flaquito y lúcido de La noche del 10 y el que metió el panzazo en el césped del Monumental con el gol de Palermo, el que se entrenaba sin haber dormido y el que llegaba a los mundiales con un estado físico impecable.
El que les hizo conocer la dignidad a los napolitanos y el que puteó a los italianos que puteaban el himno, el de la villa y el de los hoteles de Dubai, el que e despertó un amor incondicional y el que generó un odio visceral.
Ya salió "El Diego de todos", un tributo a Maradona
Hay muchos Diegos posibles. Pero, sobre todo, hay uno que murió y otro que vivirá por siempre.
Mirá la fotogalería haciendo click aquí o en la foto principal.
CG / PC / SP / JO / EA