El 15 de noviembre se celebra en nuestro país el día de la educación técnica. Se estima que hoy, en Argentina, falta la mitad de los perfiles técnicos que requiere el mercado, y en el corto plazo se podrá requerir el triple debido al avance de la denominada revolución industrial 4.0.
La Industria 4.0 consiste en la nueva revolución que integra, reemplaza, desplaza y crea actividades, profesiones y modelos de negocios, lo que hace repensar cuáles son las carreras del futuro y cuáles son las habilidades profesionales que van a ser demandadas en el corto plazo.
Ya no se trata de una situación coyuntural del país sino de un mundo que está cambiando sobre la base de la inteligencia artificial, la robotización, la fabricación aditiva (impresión 3D), internet de las cosas, y la integración con sistemas abiertos, colaborativos y en la nube. Esto impactará fuertemente en muchas actividades, profesiones y Carreras.
El sitio Will Robots Take My Job fue desarrollado sobre la base de un estudio realizado por Carl Frey y Michael Osborne (Universidad de Oxford) en donde se analizaron la mayoría de las actividades y profesiones y su componente “robotizable” o reemplazable por tecnología actual. Los resultados no solo asombran sino que preocupan a varios profesionales, sindicatos, gobiernos, y nos hace reflexionar como humanos sobre el valor diferencial que realmente aportamos.
El analfabeto de la nueva industria 4.0 será aquel que no domine las matemáticas y la tecnología, y es en este nuevo paradigma mundial en donde los perfiles técnicos se convierten en la figurita difícil: las oportunidades crecen pero la cantidad de interesados en estudiar en escuelas técnicas es menor.
Nos encontramos debatiendo sobre el lenguaje inclusivo sin tener en cuenta que no hay lenguaje más inclusivo que las Matemáticas. Es accesible a todos, estimula el pensamiento racional, desarrolla el intelecto, permite la abstracción y – con ello – el estímulo creativo, fomenta el trabajo en equipo, ayuda a resolver problemas reales y permite crear nuevos desarrollos y soluciones.
Todo esto se contrapone con la búsqueda del placer inmediato que la dinámica actual parece fomentar, lo que hace que muchos jóvenes eludan cualquier currícula que tenga “algo de matemáticas”. Los padres deben tomar conciencia. Los docentes deben asumir una nueva responsabilidad. Los gobiernos deben trazar el camino hacia ese futuro inmediato e inminente, ya que de ello dependerá el futuro de la Nación.
Hoy tenemos una nueva oportunidad: la educación tecnológica es la semilla que encontrará en la industria 4.0 el terreno fértil para el desarrollo de la nueva economía mundial en la que nuestro país tiene un gran potencial para capitalizar.
* El autor es director de la carrera Ingeniería Industrial en UADE.
