¿Cuánto se reduciría el costo ambiental, sanitario y económico de utilizar agroquímicos si los productores de soja pudiesen focalizar con el máximo grado de exactitud en qué lugar conviene pulverizar y en cuál no es necesario? Esa fue la pregunta que se hizo un grupo de amigos de la provincia de Santa Fe y que los impulsó a crear la start-up Deep Agro. En los últimos dos años desarrollaron un sistema que utiliza inteligencia artificial (IA) y distingue, en tiempo real, los cultivos de las malezas, permitiendo disparar los herbicidas solamente en los lugares ocupados por estas.
“Utilizamos cámaras de alta resolución para ser un ojo en el campo, que va mirando, paso a paso y metro a metro, lo que hay”, resumió a PERFIL Marcos Mammarella, ingeniero electrónico y director de operaciones de Deep Agro. “A partir de una técnica de IA, como es el deep learning, hacemos un reconocimiento de las plantas a partir de su morfología. Eso nos permite diferenciar la planta de soja de cualquier otro tipo de planta”, añadió.
El producto, que aún está en fase beta, se comercializará a partir de un módulo que consta de: una cámara, una minicomputadora y cinco electroválvulas. “La idea es colocar diez de estos módulos para intervenir los 25 metros de la máquina pulverizadora. Los instalamos de una manera muy simple. Y, automáticamente, el conductor de la maquinaria se sube y el dispositivo funciona en tiempo real. A medida que avanza, se va haciendo este reconocimiento y la apertura y el cierre de los picos. Funciona sin que se entere el que maneja”, agregó Mammarella.
De Casilda al mundo. El proyecto fue diseñado por un grupo de jóvenes, cuatro de ellos de la ciudad santafesina de Casilda, que tienen todos menos de 30 años. El ideólogo, Juan Manuel Baruffaldi, es licenciado en ciencias de la computación e hijo de un productor agropecuario. De hecho, Deep Agro está cruzada por estos dos mundos: el de chicos que se criaron en una zona eminentemente agropecuaria y que, a la vez, se vienen desarrollando en el campo de la informática y la inteligencia artificial.
La mira de todos ellos está en limitar el uso de agroquímicos, en primer lugar por una cuestión de impacto ambiental, pero, y además aseguran que el software que desarrollaron podría reducirles a los productores entre un 30% y un 70% el costo económico que representa el uso de herbicidas.
En dos años de trabajo que lleva el proyecto, ya cuenta con padrinazgos de lujo. Nvidia, una de las principales fabricantes de placas de video del mundo, seleccionó a Deep Agro en su programa de aceleración de emprendedores. Y esto les permitió, precisamente, tener acceso preferencial a los productos de esta multinacional para su hardware. “También tenemos convenio con Amazon para servicios en la nube, que utilizamos para hacer el procesamiento y el entrenamiento de las redes neuronales. En la campaña de soja anterior recolectamos 400 gigas de video para hacer el entrenamiento de la red actual. Es como darle de comer al software con esos videos, para que vaya teniendo una mejor exactitud en la tasa de acierto cuando decide qué es una maleza y qué es otra cosa”, explicó Mammarella.
Desde el nacimiento de esta idea, allá por 2017, los jóvenes emprendedores vienen recibiendo distintos reconocimientos: el más reciente fue por parte de la Fundación Everis, a partir del cual podrán ir a competir a España con otras start-ups. El próximo paso es lograr, a partir de las primeras ventas, realizar los testeos en el campo durante la campaña 2019-2020.