INNOVACION
Industria del conocimiento

María Avendaño: "La empresa que no automatice procesos no va a poder competir"

La presidenta de Dirwa en Argentina señala que los robots no vienen a destruir empleos, sino a aumentar la productividad.

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María Avendaño, head country de Dirwa en Argentina. | Dirwa

Desde hace algunos años se viene discutiendo si la llegada de robots va a dejar a la gente sin empleo o si va a potenciar a las empresas, aumentar la productividad y, por ende, ampliar las posibilidades laborales de las personas. Claramente, en Dirwa, empresa que tiene la licencia para comercializar el robot informático británico Blue Prism, creen que debería suceder esto último.

PERFIL dialogó con María Avendaño, presidenta de esta compañía, acerca de la automatización de procesos a partir del RPA (siglas en inglés sintetizan las palabras Robotic Process Automation). Los de Dirwa no son androides tipo Robocop, sino robots - software que se encargan de llevar adelante la automatización de procesos rutinarios.

—¿Cómo nace Dirwa?

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La creamos en 2017, un grupo de argentinos, con capital argentino. Básicamente, porque había una necesidad de que llegara RPA a Latinoamérica. Abrimos la primera oficina en Brasil. por un tema de volumen de mercado. A los tres meses, abrimos Argentina, México, Chile, en 2018 Estados Unidos y hace unos meses Portugal. Nosotros vendemos la licencia del Blue Prism, que es de una compañía inglesa que opera en Europa desde 2009. Esta tecnología nació para cubrir una demanda del mercado financiero, que necesitaba automatizar procesos, porque se les iba de las manos lo que tenían. Hace tres años se contactaron de Blue Prism con uno de mis socios y le dijeron "queremos entrar en Latinoamérica, pero no conocemos la idiosincrasia ni la cultura latinoamericana". Y ahí surgió nuestra empresa, que empezó como cualquier startup y hoy tiene alrededor de 70 clientes, que en muchos casos son compañías gigantes. Y tenemos 120 empleados en Latinoamérica. 

—¿Qué es puntualmente lo que hace el software - robot que ustedes comercializan?

Automatizar procesos que tengan un dato estructurado, es decir, que el dato esté en algún lado, de manera que yo le pueda decir al robot dónde buscarlo, qué hacer con eso y dónde utilizarlo. Y se encarga de las tareas repetitivas. La empresa que lo adquiere tiene que escribirle un flujo, donde le va poniendo las reglas del negocio. "Entrá a esta página de Internet, traeme este dato, pegame en este Excel, después tomalo, creame un reporte, después mandáselo al cliente por e-mail, avisame que la tarea ya la hiciste". En ese flujo uno le va diciendo qué es lo que quiere hacer.

—¿Qué le diría a la gente que teme que este tipo de tecnologías deje en la calle a miles de personas?

El robot no se va a quedar con todo el trabajo. Va a hacer una parte, la parte aburrida, la que nadie quiere hacer, y va a permitir que la gente pueda pensar y hacer cosas más creativas. Si te bajó dos horas el trabajo vas a poder hacer algo distinto en esas dos horas. Cuando hablamos de que el robot reemplaza a ses personas nos referimos a horas hombre. Esto en Europa generó aumento del empleo: porque se empezó a producir más, porque se lanzaron nuevos productos, porque las empresas fueron más eficientes. Doy un ejemplo: hay licenciados en recursos humanos que se pasan horas y horas cargando planillas a mano y seguramente si estudiaron tantos años es para hacer cosas más importantes. El que no se suba a RPA no va a poder competir. Porque tu competencia va a estar bajando costos y vos no. Por lo que tu producto va a salir más caro. Esto llegó para quedarse y es una tecnología que rompe con un montón de paradigmas

—¿Hay gente preparada en Argentina para este tipo de robots?

No, en el mercado argentino no hay recursos humanos de RPA prácticamente. Nosotros trabajamos en formar a nuestro equipo. Son chicos que vienen del campo de la tecnología, pero los tenemos que preparar en la cuestión específica. Una vez que ingresan a la compañía tienen que estudiar con los mismos tutoriales que les damos a nuestros clientes y rendir exámenes online con gente de Inglaterra para poder tener la certificación e implementar el robot.

—¿Y las escuelas preparan gente para este tipo de tecnologías?

No, aún no. Se esté empezando a enseñar algo de robótica, pero con robots físicos, no con robots como el nuestro. Hay que evangelizar más en esta cuestión. Pero es algo que no puede faltar en las universidades tecnológicas ni en las escuelas técnicas.

—Y habiendo poca gente capacitada en el país para este tipo de tecnologías. ¿Cómo hacen que el cliente que compra un robot de este tipo se acostumbre y aprenda a utilizarlo?

Hicimos una plataforma en castellano, portugués e inglés. Ahí está toda la teoría y los tutoriales. Podés aprender cuáles son los fundamentos, cuál es la metodología, entre otras cuestiones. Y a partir de estos conocimientos el cliente puede realizar las prácticas. Otra posibilidad es que el cliente venga a Dirwa y hacemos la práctica acá. Lo que ofrecemos no es una consultoría en la que la empresa que nos contrata va a depender de nosotros para siempre. La idea es la transferencia de conocimiento: nosotros enseñamos el uso, pero los robots son del cliente y cuando el cliente nos dice "estoy maduro, quiero seguir solo", nosotros nos corremos.

JPA/FF