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Pueblos mágicos

Los pueblos más bellos de México, los Pueblos Mágicos, son poblaciones cuyo principal atractivo turístico radica en la magia y encanto que todavía conservan su arquitectura, su gastronomía y sus fiestas, llenas de tradición, música y color. Son pequeños poblados que atesoran la tradición y el encanto ancestral, junto a la gran riqueza cultural e histórica de México. Ver galería de fotos

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Estos 32 pueblos forman parte de un programa creado por la Secretaría de Turismo de México como reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y que han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Estos representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes: San Cristóbal de las Casas en Chiapas; Parras en Coahuila; Camala en Colima; Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende en Guanajuato; Taxco en Guerrero; Huasca de Ocampo y Real del Monte en Hidalgo; Mazamitla, Tapalpa y Tequila en Jalisco; Tepotzotlan y Valle de Bravo en el Estado de México; Patzcuaro y Tlalpujahua en Michoacán; Tepoztlan en Morelos; Mexcaltitan en Nayarit; Cuetzalan en Puebla; Bernal en Queretaro; Real de Catorce en San Luis Potosí; Cosala en Sinaloa; Alamos en Sonora; Izamal en Yucatán.

San Cristóbal de las Casas, Chiapas

Es una ciudad muy antigua, creada por Diego Mazariegos en 1528, que se estructuró como centro de fe y justicia rodeado de barrios indígenas. Inicialmente se llamo Ciudad Real y se ubicaba en el punto más alto del antiguo Camino Real de Guatemala y constituyo una de las primeras fronteras políticas entre el Virreinato de la Nueva España y la Capitanía General de Guatemala.
Hoy San Cristóbal de las Casas es el centro de un valle de 72 kilometros cuadrados. A sus alrededores se encuentran San Juan Chamula, Zinacantan, Tenejapa, Oxchuc,

Amatenango y Chenalho

Para conocer este pueblo, se puede empezar por recorrer la plaza central de San Cristóbal que fue utilizada principalmente como mercado de trueques y espacio para ejecuciones públicas. La catedral, hermoso ejemplo del barroco toscano, y el pequeño templo dedicado a San Nicolas, son otros de los recorridos que valen la pena visitar en este mágico lugar. El conjunto se completa con la sede de los poderes de San Cristóbal construida en 1881, la Casa de Francisco Montejo, levantada a mediados del siglo XVI, la Casa de la Sirena y los Portales. También se encuentra Santo Domingo de Guzmán, la más importante obra barroca de la región; el Arco Torre del Carmen y el Templo de la Merced.

Los museos plasman la cultura de este lugar: el museo Na-Bolom, con su extraordinaria biblioteca sobre el mundo de los mayas y el museo Sergio Castro e Hijos, que atesora casi 100 trajes regionales.

La gastronomía regional se destaca por sus cajetas, gaznates, figuritas de yema, tartitas de turrón, huevos chimbos, entre otras delicias.

Las fiestas son muy importantes en San Cristóbal de las Casas, sobre todo de origen religioso. Cada barrio realiza su propia conmemoración y se celebran el Corpus, la Semana Santa, el Día de los Muertos y de Todos los Santos. La fiesta más relevante se celebra desde el siglo XIX en el mes de abril y se la llama Feria de la Primavera y la Paz. Allí se desarrollan múltiples actividades culturales y deportivas.

Las calles empedradas, los colores, los aromas y los sabores transforman a San Cristóbal en un lugar único e inigualable.

Valle de Bravo, Estado de México

Este valle fue descubierto en 1432 por el rey azteca Axayacatl, y fue recién en 1861 que la región recibe el nombre de Valle de Bravo. A 145 kilómetros de la ciudad de México, se puede disfrutar de un singular rincón entre la alta montaña y las tierras bajas de Michoacán y Guerrero. El valle cuenta con un magnifico lago en el que se practica la navegación, el veleo y el esquí acuático, además del vuelo en planeadores que parten desde la cima del Cerro de la Cruz.

Al noreste se localiza La Peña, donde hay restos prehispánicos, y desde allí se puede ver toda la sierra. Siguiendo por los alrededores se visualizan las cascadas El Salto y Vuelo de Novia, y la Reserva de Monte Alto, al oriente del pueblo en lo alto de la montaña.

Incontables lugares se puede visitar en las cercanías de este pueblo mágico: el Parque Nacional Bosencheve, la laguna del Carmen, el Parque Villa de Allende, y otros pueblos como Colorines, San Nicolas Tolentino y Nuevo Santo Tomas de los Plátanos.

El recorrido por el pueblo es fascinante, rodeado de flores, madera, adobe, portales y balcones que revelan una arquitectura particular. El paseo favorito es a la orilla del lago con una caminata o cabalgata sobre el malecón. En el pueblo, no se puede dejar de visitar el Jardín Central donde se puede degustar una sabrosa gastronomía.

San miguel de Allende, Guanajuato

Fundada en 1542 por el franciscano Juan de San Miguel, San Miguel de Allende conserva de la época de gloria novohispana el orgullo, pero también el aire transparente y el sol deslumbrante.
Recorrer esta ciudad arrima a los viajeros hacia la tan desarrollada vida cultural. La arquitectura, la música, la pintura, la escultura y las danzas acompañan cada recoveco que alberga este valle rodeado de cerros y bosques.

Su exquisita arquitectura colonial es claro ejemplo de eclecticismo artístico, que se revela en detalles ornamentales de estilo barroco y neoclásico en edificios como la Parroquia de San Miguel Arcángel o el Oratorio de San Felipe Neri. Su legado histórico de la época de la Independencia, queda manifiesto en señoriales casonas como la que alberga al Museo Casa Allende.

Las fiestas en San Miguel de Allende conservan una estrecha relación con tradiciones de influencia española como se observa en la "Sanmiguelada", muy parecida a la Pamplonada española que se celebra en el mes de septiembre como espectáculo central de las fiestas religiosas de San Miguel Arcángel, así como en la "Fiesta de San Antonio de Padua", en el mes de junio, ambas se celebran con fuegos artificiales, música, procesiones y corridas de toros. Durante la Semana Santa se celebra a la Virgen de los Dolores con un concurso de altares y en esas fechas se celebra también el "Día de San Patricio", celebración irlandesa en la que podrá disfrutar de un desfile, además de una muestra gastronómica y musical de esa cultura.

Tapalpa, Jalisco

Entre colinas, valles y barrancos se esconde Tapalpa, un pueblo que guarda en su entorno y sus rincones montones de sorpresas… atardeceres y amaneceres de bruma, silencios, naturaleza y cultura. Durante la noche reina el silencio y se puede ver la gran porción de cielo estrellado.

Tapalpa tiene su historia entre señoríos, conquistas, evangelizaciones, guerras. Pero lo que hoy caracteriza a este pueblo es su naturaleza, su altura, su aire y su luz. Calles angostas y empedradas, y casas pintadas con techos de tejas permiten disfrutar de una cultura que quedo atrapada en el pasado. El mercado, el templo, la plaza central y la Casa de la Cultura son pasos obligados para los visitantes. Desde ahí se puede apreciar el Nevado de Colima, imponente en el paisaje. El recorrido sigue por las presas de las Piedras y de El Nogal, las formaciones geológicas Las Piedrotas (o Valle de los enigmas) y Los Frailes, culminando en Atemajac de Brizuela, un pueblo cercano.

Tepoztlán, Morelos

Ubicado a 21 km de la ciudad de Cuernavaca, capital del estado de Morelos, se encuentra Tepoztlán cuya raíz indígena es de las más arraigadas en el suelo mexicano; los cual se ve claramente en sus costumbres y leyendas.

Dividido en ocho barrios, que respetan su orden colonial, Tepoztlán ofrece un recorrido por sus pintorescas calles empedradas en las que se halla un importante conjunto conventual del siglo XVI, museos y numerosas tiendas que ofrecen todo tipo de artesanías y objetos esotéricos.

En este lugar, de abundante riqueza natural, inmediatamente se puede admirar la imponente figura del cerro del Tepozteco en cuya cima se encuentra una construcción de la época prehispánica, la cual ha generado sensación entre los que afirman que esta posee ciertas fuerzas energéticas, provocando con ello, la afluencia de cientos de visitantes durante el llamado "Equinoccio de primavera". Desde allí arriba se puede admirar una de las vistas más impresionantes del valle. Sin embargo este paisaje tiene su contraparte en el recio y silencioso ex convento dominico de la Natividad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta obra arquitectónica fue edificada por la Orden de los Dominicos entre los años de 1560 y 1570 y fue dedicada a la Natividad de María.

En cualquier parte del año, el visitante puede deleitarse con una fiesta, ya que todos los meses el pueblo celebra por lo menos una, en cada uno de sus barrios. Pero hay 2 fechas en el año en que todo el pueblo se entusiasma: el carnaval previo a Cuaresma, uno de los más famosos de México, y la Natividad de Maria en septiembre.

Izamal, Yucatán

Izamal es considerada la ciudad más antigua de la Península de Yucatán. Rodeada por cinco pirámides entre las colinas, es un verdadero paraíso místico que se levanta como un monumento de color, historia y orgullo.
En sus calles reside el pasado prehispánico y colonial que se combina con la vida actual de sus pobladores y visitantes. Sus casas se visten de amarillo.

El Ex Convento de San Antonio de Padua construido en 1561 sobre un antiguo adoratorio maya, el Templo de la Purísima Concepción que alberga la Virgen de Izamal, son algunos de los monumentos más importantes que el viajero no puede dejar de visitar. También el templo de Itzalmatul, estancia de gobernadores y deidades, la pirámide de Kabul y Papolchac, el castillo de los reyes. Otro de los lugares recomendados para visitar es el cenote X’colac, un lugar donde los antiguos mayas comían tortugas.

La música, la danza, las ofrendas y el rezo forman en mosaico multicolor que engalana y decora, más allá del amarillo esplendoroso, a la ciudad. En octubre todos los pobladores reciben al Cristo de Sitilpech y en diciembre celebran a la Virgen de Izamal. Ambas son verdaderas festividades llenas de color y alegria.