INTERNACIONAL
se renueva la esperanza

Acordaron mantener el alto al fuego y rediscutir los acuerdos

En La Habana, el gobierno colombiano y los líderes guerrilleros se comprometieron a hallar una solución. Alertan sobre rol de la ONU.

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Clamor. En Bogotá, los partidarios del “Sí” volvieron a copar ayer las calles para pedir por la paz. | afp
Los rebeldes de las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos acordaron ayer mantener el alto al fuego en Colombia, y discutir “propuestas de ajuste” al acuerdo de paz que fue rechazado sorpresivamente en el plebiscito del domingo. Pese al resultado electoral, las partes reunidas en Cuba se mostraron resueltas a persistir en una salida negociada al último conflicto armado del continente, un esfuerzo que le valió al mandatario el Premio Nobel de la Paz 2016.
“Reiteramos el compromiso asumido” por las partes “de mantener el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo decretado el pasado 29 de agosto”, rezó un comunicado conjunto leído en La Habana, sede de las negociaciones de paz. Sin aludir a la reciente decisión de Santos de mantener esa medida hasta el 31 de octubre, las partes anunciaron un “protocolo” para “prevenir cualquier incidente” sobre el terreno mientras se resuelve la crisis desatada por la consulta.
Un mecanismo “tripartito” formado por la ONU, el gobierno y la guerrilla “estará a cargo de monitorear y verificar” el cumplimiento del protocolo y las “reglas que rigen” la terminación del enfrentamiento armado. “Con ese propósito, solicitamos al secretario general de las Naciones Unidas y, por su intermedio, al Consejo de Seguridad, que autorice a la misión ya acordada ejercer las funciones de monitoreo, verificación y resolución de diferencias del alto al fuego”, agregó el texto.

Preocupación. En tanto, desde Bogotá, la canciller María Angela Holguín alertó que será imposible contar con el acompañamiento de la ONU por tiempo “indefinido”. “El Consejo de Seguridad no puede mantener una misión sin un sustento jurídico claro. Están haciendo todo su esfuerzo por darnos un compás de espera, pero esto no es algo que sea indefinido”, dijo en declaraciones a la prensa.

Negociaciones. El gobierno de Santos y las FARC habían firmado el pacto para poner punto final a un conflicto que dejó ocho millones de muertos, desaparecidos y desplazados. Sin embargo, los colombianos, contra todo pronóstico, lo rechazaron en las urnas, lo que impidió su implementación.
Santos decidió entonces reunirse con los opositores, encabezados por el ex presidente Alvaro Uribe, para intentar alcanzar un consenso nacional y salvar un pacto que busca el desarme de la guerrilla y su transformación en partido político. El ex mandatario rechaza que los guerrilleros involucrados en delitos de lesa humanidad no paguen un mínimo de cárcel y puedan ser elegidos en cargos públicos. El acuerdo de La Habana prevé penas alternativas a la prisión para quienes confiesen sus delitos y contribuyan a reparar a las víctimas. n