El primero ministro de Reino Unido, Boris Johnson, negó el lunes haber pronunciado una chocante frase frente a la posibilidad de una segundo confinamiento. "No más confinamientos de mierda, dejemos que los cuerpos se apilen por miles", habría dicho.
Así fue confirmado por Daily Mail, que precisó además que la frase fue pronunciada por Johnson durante una reunión en el mes de octubre pasado. En los últimos días, recibió varias acusaciones por parte su ex mano derecha, Dominic Cummings.
El medio británico todavía no brindó la fuente de la cual obtuvo la información. Sin embargo, detalló que el mismo Cummings guarda grabaciones de audio y un registro escrito de aquel encuentro.
Mientras tanto, la oficina del primer ministro desmintió la frase denunciando una "nueva mentira". Ante la pregunta de los periodistas sobre si el exabrupto existió, Johnson dijo: "No, lo importante ahora es asegurar que las medidas de confinamiento funcionan".
A diez días de elecciones municipales y regionales claves para los conservadores, estas afirmaciones se suman a un escándalo político de cabildeo en el gobierno y a una controversia sobre la financiación de la renovación del apartamento de Johnson.
El líder de los independentistas escoceses en Londres, Ian Blackford, pidió al mandatario que se explique ante el Parlamento y lanzó en Twitter que si esos comentarios son "ciertos" Johnson debería dimitir.
Señalado por la prensa como fuente de recientes filtraciones, Cummings, exconsejero principal de Johnson y cerebro de la campaña a favor del Brexit, había respondido en su blog el viernes arremetiendo contra el primer ministro y cuestionando su integridad.
El lunes compareció ante los diputados el más alto funcionario británico, Simon Case, para ser interrogado sobre las acusaciones contra Johnson y miembros de su gobierno que Downing Street ha calificado de falsas.
Pero para frustración de los parlamentarios, Case aseguró que no podía hacer comentarios sobre la investigación de las filtraciones atribuidas a Cummings dado que el caso sigue abierto.
Ante el aumento de los casos de coronavirus en otoño, el primer ministro decidió finalmente imponer un segundo confinamiento de cuatro semanas en noviembre, producto del aumento de casos por la variante británica de COVID.
JFG