Los partidarios de salir de la Unión Europea ganaron el referéndum británico con el 51,9% de los votos, frente al 48,1% para los defensores de la permanencia, según los resultados definitivos difundidos este viernes.
Pese a que los primeros boca de urna tras cerrar los colegios electorales otorgaban una ligera ventaja al "Bremain", finalmente se impuso por estrecha ventaja la salida del bloque comunitario, del que el Reino Unido forma parte desde 1973. Los escoceses y norirlandeses mostraron su desacuerdo ante los resultados y pidieron sus propios referendos para decidir por su cuenta el futuro.
La victoria del Brexit generó una sensación de felicidad entre los euroescépticos, que calificaron la jornada como el "día de la independencia", pero también provocó el hundimiento de la libra a niveles de hace tres décadas, sumió a los mercados en un agujero negro y hace temer un efecto dominó en Europa.
El primer ministro David Cameron, defensor de celebrar un referéndum, anunció su dimisión. "No sería correcto que yo fuera el capitán que dirigiera al país" en la salida del bloque comunitario, dijo delante de su residencia de Downing Street. "Los británicos votaron a favor de abandonar la Unión Europea y hay que respetar su voluntad", consignó.
"Creo que es el nuevo primer ministro el que tiene que tomar la decisión de activar el Artículo 50" del Tratado europeo de Lisboa, el que abrirá el periodo de negociaciones para la ruptura. La consulta le pasó una factura carísima a su Partido Conservador, completamente dividido, y al opositor Partido Laborista, que también hizo campaña por el "sí" a la UE.