El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, confirmó su participación, el 7 de setiembre, en los actos convocados por sus seguidores para protestar contra la justicia y exigir el impeachment de los miembros del Supremo Tribunal Federal (STF), la corte brasileña, que horas antes había ordenado el allanmiento de domicilios de simpatizantes bolsonaristas.
“El día 7 vcamos a hacer una ceremonia militar aquí a las 8 de la mañana, a las 10 vamos a ir a la Explanada (la principal avenida de Brasilia) para hacer uso de la palabra, no va a ser una palabra de amenaza contra nadie y luego estaremos en San Pablo”, afirmó el viernes Bolsonaro en el Palacio de Alvorada, residencia oficial.
“Tengan la certeza de que el mundo va a tener una fotografía de lo que ustedes quieren”, agregó dijo el gobernante dirigiéndose a un grupo de simpatizantes que lo aguardaban a la salida de la Alvorada.
Ya el jueves el mandatario había dicho que “los brasileños están aterrorizados por la supresión de las libertades” y el “derecho de opinión”, que considera censurado por la presión judicial contra bolsonaristas que amenazan a magistrados y políticos en las redes sociales, en las cuales llegan a mostrarse empuñando armas de todo calibre.
Protestas. Las protestas del 7 de setiembre, día de la Independencia, fueron convocadas en repudio a los jueces del STF que abrieron procesos contra el mandatario en causas sobre la diseminación de noticias falsas y otras acusaciones, y a la justicia electoral, que rechaza los cuestionamientos del presidente a las urnas electrónicas.
El magistrado Alexandre de Moraes, responsable en el Supremo de una investigación sobre difusión de noticias falsas y “ataques a la democracia” a través de internet, ordenó ayer allanar las residencias de diez personas, entre ellas un diputado y un cantante de ultraderecha, acusados de “conspirar” contra las instituciones.
Entre otros fueron allanados los domicilios del cantante Sergio Reis, el diputado y pastor evangelista Otoni de Paula y de Antonio Galvan, titular de la Asociación Brasileña de Productores de Soja, y otras cinco personas, organizadores de los actos del 7 de septiembre, para el que estarían procurando recursos. Los tres son acusados de incitar a la violencia y amenazar la democracia.
Reis es un intérprete de música folclórica de 81 años que se ufana de su amistad con Bolsonaro y tuvo cierto éxito hasta hace una década, cuando dejó la canción para volcarse a la política.
Al ordenar los allanamientos de ayer, el juez De Moraes citó, entre otras cosas, un audio difundido por Reis en el que se instaba a “sitiar” Brasilia con camiones el 7 de septiembre, “invadir” el Supremo, “romper todo y sacar a esos tipos a la fuerza”, en clara referencia a los magistrados.
“El objetivo es un eventual delito de incitar a la población, a través de las redes sociales, a practicar actos violentos y amenazas contra la democracia, el Estado de derecho y sus instituciones, o contra miembros de los Poderes” de la Nación, explicó el magistrado.