Tras la reelección obtenida por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST) decidió volverle a exigir la reforma agraria al Jefe de Estado.
Ante el escenario de la segunda vuelta electoral, el movimiento había acordado una “tregua” con Lula en respaldo a su candidatura, pese a sus críticas sobre la lentitud demostrada por el Gobierno en el asentamiento de familias sin tierra.
El regreso a los reclamos quedó demostrado cuando unos 6.000 campesinos de la agrupación ocuparon el puerto nodestino de Maceió en pedido de la expropiación de tierras de una empresa quebrada. La ocupación, que duró varias horas, terminó anoche después de que el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) prometiera que, en la próxima semana, concretará la expropiación de 22.000 hectáreas pertenecientes a la fallida empresa Agrisa, para destinarlas a unas 2.000 familias campesinas, informó la agencia alemana DPA .
Un dirigente del MST, J oao Paulo Rodrigues, afirmó que el inicio del segundo mandato de Lula, el 1 de enero próximo, marcará también el fin de la "tregua" concedida por la entidad al mandatario del Partido de los Trabajadores (PT).
En entrevista a la red radial CNB, el dirigente estimó que, en sus primeros cuatro años de gobierno, Lula da Silva asentó en tierras propias a solamente 45.000 familias, menos de un cinco por ciento de la meta de un millón de familias prometida, mientras que las cifras del gobierno aseguran que el programa de reforma agraria benefició a 400.000 familias entre 2003 y 2006.