Brasil, el país de América Latina más castigado por la pandemia de coronavirus, superó ayer los mil muertos y se acercó a los 20 mil infectados. El presidente Jair Bolsonaro salió ayer a recorrer las calles de Brasilia, desafiando las medidas de cuarentena ordenadas por los gobernadores y minimizando nuevamente la pandemia, que, según su Ministerio de Salud, dejó 1.056 muertos y 19.638 casos confirmados.
Las autoridades reportaron 116 muertes y 1.781 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Las víctimas fatales en el gigante sudamericano representan la mitad de las registradas en América del Sur y el Caribe. San Pablo es el estado más afectado del país, con 540 muertos, seguido por Río de Janeiro, con 147. El dato más preocupante es que el Covid-19 ya se cobró vidas en las favelas, entre ellas en la Rocinha, la más grande de Brasil.
Crisis política. Bolsonaro afronta un aluvión de críticas por haber asegurado que el coronavirus era una “gripecita” y que los brasileños eran inmunes. Las cámaras de televisión inmortalizaron ayer al mandatario tocándose la nariz y estrechando las manos de sus seguidores en Brasilia, donde el alcalde ordenó medidas de confinamiento a la población. El presidente también visitó el Hospital de las Fuerzas Armadas y, luego, fue a una farmacia, donde se fotografió con sus seguidores.
Un adolescente de la etnia amazónica yanomami murió tras contraer coronavirus. “Murió el jueves por la noche”, dijo el Ministerio de Salud en un comunicado. El joven de 15 años fue el primer miembro de la etnia yanomami al que se diagnosticó Covid-19 y llevaba una semana internado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital General de Boa Vista, la capital del estado de Roraima, en el norte de Brasil.
La noticia suscita preocupación sobre el impacto del Covid-19 en las tribus amazónicas. Los pueblos indígenas de la zona son especialmente vulnerables ante las enfermedades que llegan desde fuera. En Brasil viven 800 mil indígenas, repartidos entre más de 300 etnias.
Los yanomamis, famosos por su cara pintada y sus piercings, son cerca de 27 mil. Al igual que otras etnias, en los años 70 fueron devastados por las enfermedades propagadas por colonos establecidos en la región, a la par que sufrían sanguinarias invasiones de buscadores de oro. “Hay que tener un cuidado triple en esas comunidades, principalmente aquellas con muy poca convivencia y muy poca relación con otros grupos humanos”, advirtió el ministro de Salud brasileño, Luiz Henrique Mandetta, el miércoles.
El adolescente fue el tercer indígena que murió en Brasil tras contraer el coronavirus, según el diario Globo. Los otros dos fallecidos eran de la etnia Borari y Muru.
Según el diario Folha de S. Paulo, había el jueves 34.905 pacientes internados por síndromes respiratorios agudos, un alza de 277% con respecto al mismo período de 2019, lo que sugeriría que los casos positivos podrían ser mayores a los reportados.