El mercado laboral superó todas las expectativas en enero en Estados Unidos y mostró una salud de hierro, a pesar de los temores de desaceleración económica y de las decenas de miles de despidos en el sector tecnológico, que no impidieron que el desempleo se ubique en mínimos desde 1969.
En el primer mes del año la mayor economía mundial creó 517 mil empleos, anunció ayer el Departamento de Trabajo. Es casi el doble que en diciembre, cuando se crearon 260 mil empleos, según datos revisados al alza y publicados también ayer.
Los analistas esperaban prácticamente un tercio del resultado anunciado para enero: 187 mil nuevos puestos, según el consenso reunido por Briefing.com. Con estos números, la tasa de desempleo, que se ubicaba desde hacía varios meses en su nivel previo a la pandemia (3,5%), el más bajo en 50 años, cede todavía más, a 3,4% de la población económicamente activa. Los especialistas esperaban una tasa de paro de 3,6%.
“El aumento del empleo fue generalizado, en el sector del ocio y la hotelería, los servicios profesionales y comerciales y los cuidados de salud. El empleo también aumentó en el sector público, en parte por el retorno de trabajadores después de una huelga”, detalla el Departamento de Trabajo en su comunicado.
El presidente Joe Biden saludó “el mayor crecimiento del empleo de la historia” del país. “Creamos doce millones de empleos desde que asumí mis funciones” en 2020, sostuvo en la Casa Blanca. Que “más personas lleguen al mercado (laboral), busquen y encuentren empleo, es una señal positiva para la salud de la economía a futuro”, cuando muchos economistas temen una recesión en 2023.
Resistente. El mercado del empleo parece tener una salud de hierro, a pesar del enfriamiento de la economía provocado por el incremento de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed, Banco Central), que trata de contener la inflación encareciendo el crédito y desalentando así el consumo y la inversión.El miércoles, la encuesta mensual ADP/Stanford Lab, había dado cuenta de un volumen de puestos creados en el sector privado en fuerte baja sobre diciembre, esencialmente por condiciones meteorológicas desfavorables, con inundaciones en California y nevadas en el centro y este del país. Pero “vemos un mercado de trabajo todavía sólido fuera de las consecuencias de la meteorología”, indicó la economista jefe de ADP, Nela Richardson, al publicar el informe.
Las tasas en aumento están teniendo, no obstante, un efecto sobre el alza de los salarios, que se modera.
Desde hace casi dos años, por la escasez de mano de obra, las empresas deben proponer salarios más altos para atraer o incluso retener a sus empleados, en plena escalada inflacionaria. Los salarios más altos presionan al alza los precios en la economía. La llamada “gran renuncia”, vio cómo millones de personas dejaron sus empleos para buscar mejores condiciones en otras empresas.
Cuestión de tiempo. En medio de estas dificultades de un mercado laboral bajo tensión, las empresas tratan de no despedir empleados que tuvieron dificultades para conseguir y que gastaron dinero en formar. La excepción es el sector tecnológico que, luego de contratar masivamente desde que comenzó la pandemia por la mayor demanda de servicios en línea, da marcha atrás y anuncia despidos por miles, desde Alphabet a Amazon, pasando por Meta y Microsoft.
Otras empresas de otros rubros comienzan también a hacer anuncios de recortes de plantilla como la firma de envíos FedEx o 3M, con mucha demanda por sus servicios y productos durante la pandemia, e incluso el banco de negocios Goldman Sachs.
A pesar de estas cifras muy altas de recortes de personal, “los despidos en su conjunto (...) son pocos, y los que registramos en algunos sectores no se traducen aún en un aumento de nuevos pedidos de seguro de desempleo”, remarcó el jueves Nancy Vanden Houten, economista de Oxford Economics.
Las inscripciones a estas ayudas por desempleo incluso bajaron la última semana de enero, a su menor nivel desde abril, según datos del Departamento de Trabajo.
Pero es cuestión de tiempo para que esto cambie, estima Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics: “La tendencia es al alza (de los despidos) y las inscripciones (al seguro) continuarán”.