INTERNACIONAL
En prisión preventiva

Caso Wikileaks: se retrasó la extradición de Julian Assange y tendrá una audiencia final de apelación

Para llegar a este punto, los abogados del programador argumentaron que los cargos en su contra tenían "motivaciones políticas".

Assange
Santiago Farrell: “A Julian Assange le quedaría una última instancia para tratar de evitar una condena a cadena perpetua" | Télam

El australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, podrá impugnar su extradición a Estados Unidos durante una audiencia final de apelación ante la justicia británica, la cual le exige más garantías al país norteamericano sobre cómo sería juzgado el programador en su territorio.

Assange obtuvo este martes el derecho a una nueva audiencia de apelación para impugnar su traslado a Estados Unidos, aunque la extradición sigue siendo posible, por lo que si eso sucede, podría apelar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Julian Assange

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El programador recibió esta oportunidad en el marco de una tensa lucha contra la extradición al país norteamericano, luego de que dos jueces le concedieran el permiso para apelar contra su expulsión del Reino Unido, aunque sólo en el caso de que ambos países no puedan ofrecer al tribunal las garantías necesarias.

En caso de que se le hubiera negado el permiso al fundador de WikiLeaks, este podría haber sido extraditado en unos pocos días y, en consecuencia, enfrentar cargos de espionaje en Estados Unidos.

Para alcanzar este objetivo, durante una audiencia de dos días sus abogados argumentaron que los cargos tenían "motivaciones políticas", ya que están vinculados a la publicación de miles de documentos clasificados y diplomáticos sobre las guerras de Afganistán e Irak, y que la solicitud de extradición era "ilegal".

Julian Assange: el forajido global

Los letrados del programador confirmaron que este estaba siendo procesado "por participar en la práctica periodística ordinaria de obtener y publicar información clasificada" y argumentaron que la pena de prisión por décadas que podría enfrentar era "desproporcionada".

Dame Victoria Sharp y el juez Johnson, dos jueces del Tribunal Superior de Londres, determinaron que el caso de Assange era "discutible" en base a los argumentos de sus abogados, por lo que debía recibir la oportunidad de presentarse en una audiencia de apelación completa en mayo.

De todas formas, la audiencia final de apelación solo se realizará en caso de que el Reino Unido y Estados Unidos no puedan ofrecer garantías con respecto a las cuestiones para las que se ha otorgado provisionalmente la autorización para apelar.

La promesa de Estados Unidos y la presión sobre Joe Biden

Sobre este caso, el Tribunal Superior británico había bloqueado la extradición de Assange, aunque revocó la decisión de apelación en 2021 luego de que Estados Unidos prometiera no encarcelarlo en su prisión más extrema y no someterlo al duro régimen conocido como "Medidas Administrativas Especiales".

Ya en marzo de 2022, la Corte Suprema del Reino Unido denegó el permiso para apelar, argumentando que el programador "no planteó una cuestión de derecho discutible" y unos meses después la ex ministra del Interior, Priti Patel, aprobó formalmente su extradición, aunque ahora el acusado busca permiso para revisar dicha decisión.

2023_06_04_assange_shutterstock_g

Desde 2019, Assange ha estado detenido en Londres bajo prisión preventiva en una cárcel de alta seguridad en Belmarsh y se encuentra en mal estado de salud, obteniendo ahora la posibilidad de defender su caso ante el tribunal en una audiencia completa.

Si bien Estados Unidos acusó al programados en varias oportunidades entre 2018 y 2020, el presidente norteamericano Joe Biden ha enfrentado una creciente presión, tanto nacional como internacional, para abandonar el caso.

Al respecto, grandes medios de comunicación, defensores de la libertad de prensa y el parlamento australiano denunciaron el procedimiento en virtud de la Ley de Espionaje de 1917, la cual nunca se ha empleado para la publicación de información clasificada.

 

AS./fl