Un muerto y casi 23.000 hectáreas arrasadas producto de dos incendios forestales en el sur de Chile y otro en la región del Maule, puso en estado de emergencia al país, que soporta una inusual ola de calor y sequía, según informaron las autoridades.
En las comunas de Florida y Quillón, en la región del Biobío, a unos 500 km al sur de Santiago, las llamas habían arrasado 10.000 hectáreas y dejaban una persona muerta, confirmó el presidente Sebastián Piñera, al entregar ayer un balance oficial en la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi). La víctima es un adulto mayor que no quiso evacuar el lugar y falleció quemado en su vivienda, informó el mandatario, según consignó la agencia AFP.
Además, el fuego quemó más de 100 viviendas, motivó la evacuación de 500 personas y arrasó con una planta de paneles de la empresa Celulosa Arauco, agregó Piñera.
“De las cinco plantas que componen el complejo productivo, sólo una está afectada y ya se tomaron los resguardos necesarios para proteger la planta de celulosa, aserraderos y otras”, dijo la compañía, propiedad de la empresa Copec, en un comunicado.
El incendio tomó fuerza en las últimas horas debido al fuerte viento y las altas temperaturas que se registran en la zona, los mismos factores que ayudaron a expandir las llamas en el parque nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena, a más de 3.000 kilómetros al sur de Santiago.
Catástrofes en cadena. En el último tiempo, el país soportó varios episodios desafortunados. Desde el terremoto que "despidió" a la ex presidenta Bachelet (ver fotogalería), las "desgracias" no dejan de golpear al vecino país.
Siguió el derrumbe en la mina San José, con el posterior rescate televisado para el mundo (ver el especial de Perfil.com), y una serie de episodios entre los que se destacan la erupción del volcán Peyehue, que desparramó cenizas hasta Argentina; y en octubre de 2010, 51 autos chocaron en cadena en la vía que une Santiago con Valparaíso.