Se ha alcanzado un hito significativo en la justicia francesa con la apertura del primer juicio contra funcionarios del gobierno sirio de Bashar al-Assad. Este evento no solo destaca el poder del sistema judicial, sino que también arroja luz sobre las acciones ocurridas durante el régimen de Assad que sacudieron los cimientos de toda una nación.
¿Quiénes son los acusados en este histórico juicio?
Ali Mamlouk, exjefe del Buró de Seguridad Nacional de Siria, Jamil Hassan, exdirector del servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea, y Abdel Salam Mahmoud, exjefe de investigación del mismo servicio en Damasco, están siendo juzgados in absentia. Se les acusa de complicidad en crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra relacionados con detenciones y muertes sospechosas de dos sirio-franceses, Mazzen Dabbagh y su hijo Patrick, en 2013.
¿Por qué es importante este juicio?
Desde el inicio de la revolución siria en marzo de 2011, esta es la primera vez que miembros tan altos del gobierno sirio están siendo procesados. El juicio en París es el resultado de una investigación de siete años realizada por una unidad judicial francesa especializada en crímenes de guerra, destacándose por su búsqueda continua de justicia para las víctimas del régimen de Assad.
"Por primera vez, los tribunales franceses abordarán los crímenes de las autoridades sirias y juzgarán a los miembros más graduados de las autoridades que han sido procesados desde el estallido de la revolución siria en marzo de 2011", afirmó la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH).
El abogado Clemence Bectarte, representante de la familia Dabbagh y la FIDH, se refirió al juicio como "el fin de una larga batalla legal".
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¿Qué les sucedió a Mazzen y Patrick Dabbagh?
Mazzen era un asesor principal de educación en una escuela francesa en Damasco, y su hijo Patrick era estudiante de artes y humanidades en la Universidad de Damasco. En noviembre de 2013, fueron detenidos por individuos que afirmaban pertenecer al servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea Siria y llevados a un centro de detención donde, según testigos, fueron sometidos a torturas brutales que llevaron a sus muertes, declaradas solo en 2018.
