"Las condiciones para intentar el rescate son perfectas, así que hoy es el día D, ha bajado bastante el nivel del agua en los sectores más peligrosos de la cueva y los niños están listos para afrontar cualquier desafío", dijo este domingo Narongsak Osottanakorn, el jefe de las operaciones de rescate del grupo de 12 chicos y su entrenador de fútbol atrapados desde hace dos semanas en una cueva en Tailandia. Ya algunas horas antes los miembros del operativo de seguridad habían alejado a los periodistas del lugar, delimitando la zona de rescate, según indicaron "para poder trabajar con tranquilidad y ayudar a las víctimas".
Los niños "saldrán uno por uno, eso durará dos o tres días", precisó por su parte Chalongchai Chaiyakorn, uno de los responsables de la célula de crisis. Según trascendió, las autoridades estiman que el primero de los chicos en salir lo hará sobre las 9 de la noche hora local (16:00 GMT) del domingo. El equipo de rescate está formado por 5 buzos tailandeses y 13 extranjeros, todos con experiencia en rescates extremos.
"Todos los que no están implicados en la operación deben salir de la zona inmediatamente", había advertido el domingo por la mañana la policía por altavoces en los alrededores de la cueva. "Debemos utilizar la zona para ayudar a las víctimas", agregó la policía por altavoz. En ese momento no se precisó si la evacuación de los niños era inminente, pero luego el propio Osottanakorn ratificó "es el Día D", lo que se entendió como el inicio de la operación de evacuación. Un rato antes de había visto llegar a la cueva un nutrido grupo de buzos militares, lo que se supone están intentando en estas horas poder sacar a los jóvenes de esa desesperada situación.
El peligro de que puedan producirse nuevas lluvias, torrenciales habitualmente en la zona en esta época del año, agrega un motivo de incertidumbre, porque podría arruinar el esfuerzo hecho sacando millones de litros de agua con bombas de drenaje, pero los meteorólogos habían anticipado que había una ventana de "al menos dos días" sin precipitaciones en el pronóstico.
Las versiones respecto a que los equipos de buceo intentarían finalmente sacar a los chicos de la cueva en la mañana del domingo había provocado un verdadero "zafarrancho de combate" entre los centenares de periodistas que se encontraban en el lugar, pero el operativo policial los obligó a alejarse unos centenares de metros.