El misterio que rodea la desaparición de una adolescente hace 36 años se profundizó este jueves al hallarse vacías dos tumbas en el Vaticano, identificadas como sepulcro de dos princesas, pero en las que se pensaban podían estar los restos de la joven.
Las dos tumbas que se abrieron en el Cementerio Teutónico de Roma, en el marco de la investigación por la joven Emanuela Orlandi en 1983, aparecieron totalmente vacías. Nadie se lo esperaba, entre los magistrados, peritos, médicos forenses, la gendarmería y la familia que asistieron a la operación.
La magistratura vaticana había autorizado la apertura de ambos sepulcros para verificar, tras algunas indicaciones, si en el lugar de la sepultura de dos princesas podrían estar también los restos de la adolescente de 15 años cuyo rastro se perdió por completo hace 36 años.
Poco después de las 11, Pietro Orlandi -hermano de Emanuela- salió por la puerta adyacente al Santo Oficio con expresión incrédula: "Las tumbas están vacías, es increíble", dijo a los periodistas refiriendo que sintió "alivio" pero al mismo tiempo sintió que una vez más hay que empezar de nuevo. "Creo que habrá que seguir y confío en una colaboración honesta del Vaticano, que al hacer abrir las tumbas había admitido la posibilidad de una responsabilidad interna. Hasta que no encuentre a Emanuela es mi deber buscar la verdad", dijo Pietro.
Poco después llegó la confirmación del vocero vaticano, Alessandro Gisotti: "Las búsquedas dieron resultado negativo: no se halló ningún resto humano ni urnas funerarias".
La Santa Sede aprovechó la ocasión para reiterar que "siempre mostró atención y cercanía con el sufrimiento de la familia Orlandi y en particular la madre de Emanuela. Atención demostrada también esta vez al aceptar el pedido específico de la familia de verificar en el Cementerio Teutónico". Sin embargo, permanece el misterio. ¿Cómo es posible que estén vacías las tumbas, que no estén siquiera los restos de ambas princesas?.
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Y cómo es posible que el espacio bajo la tumba, de 4 por 3,70 metros, haya sido reestructurado con cemento, material que sin duda no se remonta a 1840, época de la sepultura de ambas princesas? ¿Por qué las familias de las princesas Sophie von Hohenlohe y Carlotta Federica de Mecklemburgo, así como los responsables del cementerio, no sabían nada? Todos estos interrogantes aparecieron de golpe ante cámaras y periodistas frente a la columnata de Bernini.
"También los familiares de las princesas -dijo Pietro Orlandi- deberían en este punto preguntarse qué destino tuvieron los huesos. Nosotros de todos modos seguimos adelante".
Sobre las próximas iniciativas de la familia, la abogada Laura Sgra dijo: "Nuestra acción prosigue. Haremos saber cómo y en qué dirección. Esta mañana nos esperábamos todo menos ver dos tumbas vacías. Quien sepa algo que nos ayude, es el momento de hacerlo".
Es la tercera búsqueda que se realiza sobre el caso Emanuela Orlandi en lugares de sepultura. En 2012, al mover el cuerpo de Enrico De Pedis, jefe de la banda mafiosa de la Magliana, de la iglesia de Sant'Apollinare, a dos pasos del lugar donde la niña fue vista por última vez, se dispuso el análisis de los huesos hallados en la cripta.
Pero nada llevó al hallazgo de Emanuela. Algo semejante ocurrió, tras el hallazgo a fines del año pasado de restos óseos bajo la Nunciatura apostólica en Via Po en Roma.
Sin embargo, tampoco en ese caso se halló nada relativo al caso de la joven. También hoy "nada de nada", como dijo Pietro Orlandi decenas de veces a los periodistas al término del operativo."Nos basábamos en indicaciones, no solo sobre una carta anónima -dijo Pietro-, indicaciones que partían desde 2017, dentro del Vaticano y no anónimas, que nos señalaban como lugar de sepultura de Emanuela. Ahora no puede terminar así".
EA