INTERNACIONAL
opinión

Crisis prematura y autoinfligida

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Polarización. El flamante presidente se verá ante un país muy dividido. | cedoc

La designación de Guido Bellido como presidente del Consejo de Ministros ha provocado la primera gran crisis del recientemente inaugurado gobierno de Pedro Castillo en Perú. Se trata de una crisis prematura y autoinfligida a raíz del sorpresivo nombramiento de Bellido tras semanas de especulaciones sobre la posible configuración del gabinete. Bellido, quien posee estudios en ingeniería y economía, pertenece al ala radical del partido Perú Libre y fue recientemente elegido congresista por la región Cusco. Es conocido por haber emitido declaraciones condescendientes con la antigua organización terrorista Sendero Luminoso -por las cuales afronta una investigación fiscal por el delito de apología al terrorismo-, elogios al régimen cubano y expresar posturas homofóbicas. 

Los principales partidos de oposición y figuras de la izquierda moderada albergaban esperanzas en el nombramiento de figuras de consenso que calmaran el ambiente de polarización política vivida durante las elecciones. No obstante, se vieron sorprendidas por la designación de Bellido y mostraron prontamente sus reticencias. Principalmente, el economista Pedro Francke, miembro del partido de izquierda Nuevo Perú, el cual se sumó al equipo técnico de Castillo a partir de la segunda vuelta electoral. Francke fungió como uno de los principales voceros del presidente ante los gremios empresariales y se le adjudica haber brindado mensajes que aplacaron los temores ante una posible agenda radical en el plano económico. No obstante, desistió del cargo de ministro de Economía pese a haberse acordado su nombramiento. 

La crisis ha revelado una posición dominante del líder y fundador de Perú Libre Vladimir Cerrón sobre las decisiones del mandatario peruano. Cerca de la media noche del jueves, Castillo carecía de cuadros que pudieran ocupar las carteras de Economía y Justicia. Sin embargo, continuó con el cronograma pactado y tomó juramento al resto del gabinete ministros. Tomó como escenario el Gran Teatro Nacional de Lima. En este recinto, construido en la reciente época de bonanza extractiva peruana, se habrían impuesto el nombramiento personajes que contaron con la venia de Cerrón; profesionales que expresan -al igual que Bellido- un radicalismo conservador desde las provincias. El tiempo dirá si el espectáculo montado en Gran Teatro Nacional se trató de una comedia o una tragedia.

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*Politólogo peruano.