El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobló el amedrentamiento contra los migrantes latinos tras varios días de protestas contra las detenciones. Este martes 10 de junio, el republicano prometió que “liberará” a Los Ángeles de una supuesta invasión del “enemigo extranjero”, mientras que la alcaldesa decretó un toque de queda. Hay casi 200 detenidos.
En un discurso en una de las bases militares más grandes de Norteamérica, Trump calificó de "animales" a los manifestantes. Además, incentivó a las tropas a que abuchearan a los opositores demócratas Gavin Newsom, gobernador de California, y Joe Biden, expresidente de Estados Unidos.
"Esta anarquía no seguirá. No permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero", declaró Trump ante las tropas en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte (sudeste) en referencia a las marchas que sacuden la ciudad del estado de California.

"Lo que presencian en California es un ataque en toda regla a la paz, el orden público y la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera de nuestro país", añadió en referencia a las múltiples flameas mexicanas y de El Salvador usados en las protestas.
El presidente vinculó las protestas con lo que llamó "migración descontrolada" y afirmó que Europa, crítica con su administración, también debe actuar. "Como todo el mundo puede ver ahora, la migración descontrolada conduce al caos, la disfunción y el desorden", declaró Trump. "¿Y saben qué? En Europa también la tienen. Está sucediendo en muchos países europeos. Más les vale actuar antes de que sea demasiado tarde".
Este lunes, Trump ordenó el despliegue de miles de miembros de la Guardia Nacional (una fuerza de reserva) y 700 marines en activo en Los Ángeles, a pesar de que las autoridades californianas afirman que la medida es innecesaria y que agravará la situación.
Decretado un toque de queda en el centro de Los Ángeles tras la detención de 197 personas
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó este martes el toque de queda en el centro de la localidad californiana, que estará en vigor hasta las 6 del día siguiente, una medida tomada en el marco de las protestas desatadas desde la semana pasada contra las redadas migratorias ejecutadas por el Gobierno de Donald Trump y en medio del choque entre administraciones por el despliegue de la Guardia Nacional ordenado por el mandatario.
"El toque de queda en el centro de Los Ángeles estará en vigor desde las 20 del martes hasta las 6 de la mañana del miércoles", anunció Bass en rueda de prensa. También compareció el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, asegurando que cualquier persona no considerada exenta que se encuentre en la zona y durante el período de tiempo designados para el toque de queda estará "sujeta a arresto".
"El toque de queda es una medida necesaria para proteger vidas y salvaguardar propiedades tras varios días consecutivos de crecientes disturbios en toda la ciudad", defendió McDonnell, tras indicar que las detenciones por estas protestas han aumentado significativamente "en el transcurso de unos días", teniendo en cuenta que las movilizaciones comenzaron el pasado viernes.
Así, informó que las autoridades detuvieron este martes a 197 personas, mientras que en el lunes fueron arrestadas 114, el domingo, 40, y el sábado, 27. "Hemos asistido a una preocupante escalada y a un comportamiento ilegal y peligroso", advirtió McDonnell.
"Permítanme dejar claro que este comportamiento, bloqueando autopistas, calles de la ciudad y rampas, negándose a cumplir con las órdenes legales de dispersión e interfiriendo con las operaciones de seguridad pública, es peligroso, ilegal y no será tolerado", ha asegurado.
Protestas en Nueva York contra el ICE de Donald Trump
En tanto, este martes se registraron manifestaciones en Nueva York en contra de las políticas migratorias del gobierno de Trump. "Aquí estamos, y si nos echan regresamos", corearon en español muchos de los miles de manifestantes que participaron en una multitudinaria protesta que comenzó en la plaza Foley Square de Manhattan, en donde se encuentra el tribunal de Inmigración.
"ICE fuera de NYC" fue el lema de esta manifestación, en oposición al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, que se encarga de las redadas, detenciones y deportaciones de migrantes indocumentados.
Más violencia y choques policiales en Los Ángeles: el gobernador denuncia a Donald Trump
"¡No somos uno, no somos 100, somos millones, cuéntalos bien!", gritaron los asistentes, muchos con el rostro cubierto por miedo a ser identificados. La movilización convocó a personas de todas las edades, pero en particular a jóvenes e hijos de inmigrantes que cimentaron la ciudad a lo largo de su historia.
"Estoy aquí para defender a aquellos que no tienen voz para estar aquí en este momento, especialmente a mi madre, que ha estado aquí toda su vida indocumentada", aseguró a la AFP una joven nacida en Estados Unidos de origen mexicano que no quiso dar su nombre.
La deportación es "un miedo diario desde que cruzan la frontera y llegan aquí, cada día que tienen que ir a trabajar", con temor a que "cualquier cosa insignificante pueda desencadenar la deportación", añadió.
Fernanda Cornejo: "La violencia en Los Ángeles no tiene respiro"
"No quiero vivir en una sociedad en la que tenga que temer por la salud de mi familia y la de otras familias", comentó, por su parte, Jacqueline, de 23 años, también estadounidense de origen mexicano, antes de que la manifestación empezara a recorrer varias calles hasta adentrarse en la Avenida de las Américas.
Cynthia Mora, otra ciudadana de Estados Unidos de ascendencia mexicana, aclaró que a la protesta no asistieron muchos latinos porque temieron que el "ICE fuera a estar aquí". Por eso, venir con su hija es muy significativo: "Sabemos de dónde venimos y cómo y por qué estamos aquí".
"Mis padres han estado en este país desde 1970 y han trabajado realmente duro. No son criminales, y queríamos apoyar a nuestras familias que se han visto desplazadas, separadas y afectadas" por las políticas antimigrantes, afirmó.
LM/ML