Los casos confirmados de COVID-19 en Estados Unidos alcanzaron los 823.786 a las 00 horas de este miércoles, un aumento de 39.460 en las últimas 24 horas, según el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE) de la Universidad Johns Hopkins. El número de personas fallecidas por la enfermedad suma 44.999 hasta la noche del martes, un aumento de más de 2.700 en el último día, mientras las autoridades de salud se preparan para una segunda ola del nuevo coronavirus que podría ser aún más desastrosa porque probablemente coincida con la temporada gripe.
Hasta el martes por la noche, el estado de Nueva York, el más afectado en Estados Unidos, reportó más de 258.000 casos. Más de 19.000 personas en ese estado sucumbieron a la enfermedad, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins. Otros estados con más de 30.000 casos incluyen Nueva Jersey, Massachusetts, Pensilvania, California, Michigan e Illinois, según la CSSE. El número de muertos en el estado llegó a 14.828 este lunes, luego que otros 481 residentes fallecieron por complicaciones relacionadas con el COVID-19 en 24 horas, informó hoy el gobernador Andrew Cuomo.
El recuento de CSSE muestra que 75.204 personas infectadas se recuperaron y que Estados Unidos realizó más de 4,1 millones de pruebas en todo el país. Como algunos estados de Estados Unidos planean comenzar a relajar la orden de quedarse en casa en un intento por salvar la economía, un informe publicado el lunes por el Centro de Ética Edmond J. Safra de la Universidad de Harvard señaló que Estados Unidos necesitará administrar 20 millones de pruebas diarias para el nuevo coronavirus a mediados de verano si quiere volver a movilizar completamente la economía de manera segura.
Gráfico comparativo de casos de Argentina con EEUU, España, Italia y China | Fuente: OurWorldInData
Robert Redfield, director de los Centros Estadounidenses para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC), llamó a los estadounidenses a preparase en los próximos meses y a vacunarse contra la gripe: "Hay una posibilidad de que el asalto del virus en nuestro país el próximo invierno será de hecho más difícil que el que acabamos de atravesar", dijo Redfield, citado en una entrevista con el Washington Post publicada la noche del martes. "Tendremos la epidemia de gripe y la epidemia de coronavirus al mismo tiempo", añadió.
Miles de millones de personas en el mundo fueron confinados en sus viviendas desde principios de marzo para intentar prevenir que los sistemas de salud colapsen por una propagación masiva del virus, altamente contagioso. Como en muchos otros países, las autoridades estadounidenses tuvieron dificultados para garantizar suficientes respiradores para los pacientes y equipos de protección personal para el personal médico.
Redfield dijo que el virus llegó a Estados Unidos justo cuando la temporada de gripe, que ya de por sí puede poner presión a los centros de salud, se estaba disipando. Si ambas enfermedades hubieran hecho cumbre en el mismo momento, dijo al Post, "podría haber sido muy, muy, muy difícil" que los sistemas sanitarios le hicieran frente. Pero si las personas se vacunan contra la gripe "puede permitir que haya una cama de hospital disponible para tu madre o abuela que pueda infectarse con coronavirus"
DS