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hatra, del siglo III A.C.

EI sigue destruyendo ruinas milenarias en Irak

Imponente. Una de las figuras que reciben al visitante de la ciudad que fue capital de los Partos. Los yihadistas destruyen los “ídolos”.
| AFP

agencias
Bagdad

Después de arrasar con los tesoros arqueológicos asirios de Mosu y Nimrud, los yihadistas de Ejército Islámico destruyeron las ruinas de Hatra, ciudad fundada en el siglo III antes de Cristo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Lo anunció ayer un vocero del Ministerio iraquí de Turismo y Antigüedades.
Capital del reino de los partos, Hatra es hoy un conjunto monumental, que consta de una gran muralla y varios templos en piedra. Las ruinas están a 110 kilómetros al suroeste de Mosul, la segunda ciudad de Irak, en manos de EI desde junio.

“Militantes yihadistas han comenzado a destruir la ciudad de Hatra”, dijo ayer Said Mamuzini, miembro del Partido Democrático del Kurdistán, en declaraciones al portal kurdo Rudaw.
Según Mamuzini, los extremistas han empleado explosivos y maquinaria pesada para hacer añicos los restos de una ciudad con más de 2 mil años de antigüedad que fue un importante centro religioso y comercial del norte de Irak.

“Hatra es una ciudad muy extensa, y muchas de las piezas permanecían en el lugar. EI ya se llevó las antiguas monedas en oro y plata”, agregó.

El “desastre” de Hatra ocurre dos días después de que el gobierno iraquí denunciara la destrucción de Nimrud, capital del imperio asirio en el siglo IX a.C., ubicada a 30 kilómetros al sureste de Mosul.

Hatra –una importante parada de la Ruta de la Seda– reunía entre sus muros el legado del Imperio Parto, originario del noreste de Irán, que durante su apogeo se extendió desde Pakistán hasta Siria.

“La falta de celeridad en el apoyo internacional a Irak ha alentado a los terroristas a perpetrar otro crimen y saquear y demoler los restos de la ciudad de Hatra”, dijo el comunicado del gobierno iraquí.

La destrucción, de la que no han trascendido imágenes, es sólo el último de los ataques contra el patrimonio iraquí. A finales de febrero los yihadistas arrasaron el museo de Mosul. En un video difundido por la organización, milicianos arrojan al suelo las esculturas, las despedazan con mazas y martillos, e incluso emplean taladros mecánicos para destrozar las efigies de mayor tamaño.

“Musulmanes, el profeta nos ordenó deshacernos de las estatuas y las reliquias tal y como hicieron sus seguidores cuando conquistaron nuevas naciones”, explicó en el video un miembro de la “hisba”, la policía religiosa de EI.