Luego de haber defenestrado a Donald Trump durante la campaña electoral, el “buitre” Paul Singer comenzó este mes a acercarse al presidente electo de los Estados Unidos. El titular del fondo de alto riesgo Elliott Management, uno de los mayores donantes de fondos al Partido Republicano, pasó de opinar que las propuestas del ex candidato eran “garantía de una depresión mundial generalizada” a comprometer dinero para los festejos inaugurales del magnate en la Casa Blanca. Singer deja ahora trascender en la prensa estadounidense su súbito “entusiasmo” por Trump.
El hombre que lideró la ofensiva judicial de los “fondos buitre” contra la Argentina sorprendió a principios de este mes al asistir a un desayuno de recaudación de fondos que Trump organizó en el restaurante Cipriani de Manhattan. Unos 800 CEOs, empresarios y lobbistas pagaron cinco mil dólares el cubierto para aplaudir cada pasaje del discurso de un Trump exultante por su victoria. Esa mañana, el magnate se jactó de haber convertido a algunos de sus detractores en “donantes de diez millones” y se rió de que “los que antes decían ‘Never Trump’, ahora dicen ‘Only Trump’”.
El multimillonario Singer comenzó a mostrarse más optimista luego del triunfo electoral del empresario, con quien ha estado en contacto desde entonces. “Con el equipo que Trump está armando, con su enfoque magnánimo luego de las elecciones y con mayoría republicana en ambas cámaras, Paul está entusiasmado –dijeron a The Washington Post fuentes cercanas al financista–. Piensa que podríamos ver una agenda de crecimiento impulsada desde Washington por primera vez en mucho tiempo”.
Singer también prometió donar fondos para los festejos de inauguración de Trump el próximo mes. El mandatario electo confesó que Mark Burnett, productor ejecutivo del reality El aprendiz, protagonizado por Trump, le sugirió que el día de la asunción desfile por la Quinta Avenida y luego aborde un helicóptero en la cima de la Trump Tower para volar hasta Washington. Cale o no la idea, nadie duda que la extravagancia de las celebraciones estará a la altura del personaje.
Durante la campaña, Singer no sólo había criticado a Trump sino que además había financiado a Marco Rubio, uno de sus rivales en las internas republicanas. Pero el titular de Elliott Management no es el único que parece incurrir ahora en una contradicción. Antes de los comicios, Trump había prometido terminar con el “pantano” de lobbistas que pululan en torno a la Casa Blanca. Había sido particularmente duro con Singer, a quien llamó “Mr. Amnesty” en Twitter por su mirada contemplativa hacia los inmigrantes sin papeles. Sin embargo, más allá de las promesas, Trump asumirá rodeado de los mismos grupos de presión que frecuentan Washington desde hace décadas y que esperan que la llegada del magnate les abra un nuevo período de “bonanza”. A fin de cuentas, business is business.
