INTERNACIONAL
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El ejército ucraniano asegura que recupera terreno en una batalla crucial en el Donbás

Las tropas rusas bombardean desde hace semanas Severodonetsk, en la región de Lugansk, de ubicación estratégica para rodear a los defensores ucranianos. Moscú anunció que la había capturado, pero el responsable militar de Kiev lo negó y aseguró que, por el contrario, las fuerzas de Ucrania han comenzado a recuperar terreno. “Tan pronto como recibamos una gran cantidad de armas occidentales de largo alcance, haremos retroceder su artillería y la infantería huirá”, afirmó. Por su parte, un asesor del presidente Volodimir Zelenski advirtió que no habrá negociaciones hasta que no refuercen su posición militar.

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Lucha. Rusia bombardea desde gran distancia. Kiev espera ahora armas similares de Occidente. | afp

Tropas rusas y ucranianas combatían ayer por la estratégica Severodonetsk, y ambas partes reivindicaban triunfos en la batalla por esta ciudad, controlada parcialmente por Moscú.

El gobernador ucraniano de la región aseguró que los defensores estaban recuperando parte de la ciudad, mientras desde Moscú se aseguraba que los ucranianos sufrieron graves pérdidas y se estaban retirando. “Los combates se concentran en Severodonetsk, ya que el ejército ruso concentró todas sus fuerzas” en esta batalla, dijo el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai.

Las tropas rusas “no han tomado completamente” Severodonetsk, dijo, y reivindicó que los defensores habían recuperado un 20% de terreno. “Tan pronto como consigamos una gran cantidad de armas occidentales de largo alcance haremos retroceder su artillería y la infantería huirá”, afirmó.

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En sus últimas actualizaciones, el gobernador de la región oriental dijo que las tropas rusas están destruyendo puentes en Severodonetsk para evitar que Ucrania envíe refuerzos y haciendo imposible el envío de alimentos y medicinas a la ciudad.

Como contracara, el Ejército ucraniano destruyó casi por completo el 35º Ejército de la Federación Rusa en Izyum, en la región nororiental de Kharkiv. Lo informó el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak, reproducido por Ukrinform. “Casi todo el 35º Ejército fue destruido en Izyum”, sentenció. 

En cambio, el ejército ruso indicó ayer que las tropas ucranianas se están retirando de Severodonetsk “tras haber sufrido pérdidas críticas”, en algunas unidades de hasta el 90%, y se instalaron en la vecina Lysychansk.

En esa urbe, cerca del 60% de las viviendas han sido destruidas y las conexiones de internet, de telefonía móvil y de gas están cortadas, informó el alcalde Oleksandr Zaika.

Por otro lado, al menos siete civiles murieron en la región de Lugansk después de que un bombardeo ruso impactara en un famoso monasterio ortodoxo, informaron las autoridades ucranianas.

Ucrania también comunicó que un ataque con misiles dejó dos víctimas en el puerto de Odesa (suroeste), sin especificar si se trata de heridos o muertos. 

Además Ucrania reconoció la muerte de cuatro combatientes voluntarios extranjeros, sin especificar dónde ni en qué circunstancias.

Zelenski promete victoria. A pesar de la inesperada resistencia, las tropas rusas ya controlan una quinta parte de Ucrania, con un extenso corredor sobre la costa del mar Negro y el mar de Azov, que une la península de Crimea, en el sur, con los territorios orientales del Donbás.

Pero coincidiendo con los primeros cien días de guerra, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se mostró desafiante: “La victoria será nuestra”, afirmó el viernes en Kiev, y su gobierno no se propone por ahora participar de un alto el fuego.

El mensaje de Kiev es claro: solo se sentará a la mesa de negociaciones con Rusia cuando esté un poco más fortalecido en el campo de batalla con la llegada de armamento de Occidente, capaz de infringir más daño al ejército del Kremlin.

El negociador ucraniano David Arakhamia dijo que el gobierno de su país quiere fortalecer sus posiciones sobre el terreno con la ayuda de nuevos suministros de armas de Occidente antes de reanudar las conversaciones de paz con Rusia.

A medida que la guerra ha ido progresando, los países occidentales han ido aumentando la cantidad de armas enviadas a Ucrania y su potencia, así como las sanciones contra Rusia, en un intento de aislarla y de ahogar su economía.

“Nuestras fuerzas armadas están listas para usar las nuevas armas, y luego creo que podemos comenzar una nueva ronda de conversaciones desde una posición fortalecida”, dijo Arakhamia entrevistado por la televisión nacional.

Así se entiende la dura respuesta del canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, al pedido del presidente francés, Emmanuel Macron, de poner en marcha en breve una negociación de paz para evitar así “humillar” a Vladimir Putin con una eventual derrota de Rusia. 

Crisis alimentaria. La guerra ha provocado temor a una escasez de alimentos global al enfrentar a dos de los máximos exportadores de trigo del mundo. Naciones Unidas informó de discretas negociaciones para poder exportar las toneladas de cereales paralizados por el bloqueo ruso de los puertos en el mar Negro, indicó su coordinador en Ucrania.

La ONU advirtió de “un huracán de hambrunas” esencialmente en los países africanos, que importaban más de la mitad de su trigo de estos países y donde los precios alimentarios se están disparando.

Precisamente, el presidente de la Unión Africana, el mandatario senegalés Macky Sall, se encontró con Putin en Sochi, en el sur de Rusia. Según Sall, el dirigente ruso se mostró “comprometido y consciente de que la crisis y las sanciones creaban graves problemas para las economías frágiles”.

En una entrevista televisada, Putin aseguró que “no es un problema” exportar cereales de Ucrania, ya fuera a través de puertos ucranianos, otros bajo control ruso o vía Europa central.