El expresidente peruano Alberto Fujimori fue trasladado este lunes de urgencia desde la prisión en la que se encuentra cumpliendo condena por crímenes de lesa Humanidad hasta la clínica Centenario de Pueblo Libre por dolores en el abdomen e irregularidades cardiacas. El exmandatario, que cumple una condena a 25 años de prisión en la cárcel de Barbadillo, fue trasladado la noche de este lunes por personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), según informó la cadena de televisión peruana RPP.
El controvertido expresidente fue diagnosticado con síndrome doloroso abdominal de úlcera péptica y fibrilación auricular causante de latidos irregulares del corazón (arritmia cardíaca). "Está en evaluación tiene varios problemas, está muy nervioso, está en exámenes", dijo un allegado del exmandatario de ancestros japoneses.
El año pasado, cuando cumplió 80 años, sus médicos informaron que Fujimori sufría graves problemas cardíacos y gástricos y riesgo inminente de un cáncer mortal. Galenos independientes reducen todo a problemas de tensión arterial propios de la edad y al cuidado de diminutos bultos que le salen en la boca con potencial cancerígeno.
Los días más difíciles del Fujimorismo
En diciembre de 2017, Fujimori -que gobernó entre 1990 y 2000- fue indultado por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, una decisión que fue apelada por los familiares de las víctimas de sus delitos. En octubre de 2018, la justicia peruana dio la razón a los familiares y ordenó la anulación del indulto por haberse dado sin respetar las normas de Derecho Internacional referidas a crímenes de lesa humanidad.
A sus 80 años, cumple condena por la muerte y el secuestro de decenas de personas en diferentes hechos violentos ocurridos durante su Gobierno en el marco de la lucha contra la guerrilla Sendero Luminoso. Fujimori fue condenado por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde escuadrones de la muerte integrados por militares asesinaron a 25 personas en una supuesta operación antiterrorista. La justicia estableció que las víctimas, entre ellas un niño de 8 años, no eran guerrilleros.
D.S.