Mediante un memorando, el jefe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, William Barr, le dio este lunes a los fiscales federales de todo el país una autorización general para abrir investigaciones sobre posibles irregularidades en el voto, mientras el presidente Donald Trump sigue afirmando que perdió las elecciones presidenciales debido a que hubo fraude.
Barr. indicó en su carta a los fiscales de todo el país que esto no es una indicación de que el Departamento de Justicia tenga ya evidencia de casos genuinos en la elección que ganó el demócrata Joe Biden.
Hasta ahora, la política del Departamento de Justicia fue esperar que los recuentos de votos estén certificados, se complete el recuento y que den por concluidas las elecciones antes de implicarse.
Sin embargo, esto libera a los funcionarios de antiguas restricciones para este tipo de investigaciones, en medio de un agudo debate político en Estados Unidos en el que los republicanos denunciaron que hubo votos ilegales e ilegalidades en el conteo, sin aportar evidencia.
"Dado que las votaciones en las actuales elecciones concluyeron, los autorizo a investigar denuncias significativas de irregularidades en el voto y en el proceso de recuento, antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones", indicó Barr.
El alto funcionario nombrado por Trump a fines de 2018, dijo a los fiscales que "estas investigaciones o revisiones deben ser conducidas cuando hayan denuncias que sean claras y aparentemente creíbles de irregularidades, que si se comprobaran ciertas, podrían potencialmente tener impacto en el resultado de la elección federal en un determinado estado".
Trump, en una postura sin precedentes para un presidente estadounidense, sigue sin reconocer el triunfo de su rival, insistiendo en las acusaciones de fraude. Pero aunque su equipo recurrió a los tribunales, no se han conocido pruebas de irregularidades significativas.
Habitualmente, las investigaciones de fraude son competencia de los estados, que establecen sus reglas. La política hasta ahora del Departamento de Justicia fue esperar que los recuentos de votos estén certificados, se complete el recuento y que den por concluidas las elecciones antes de implicarse.
Barr dijo a los fiscales que esta práctica nunca fue una regla tan fuertemente vinculante y que si ven cualquier elemento que pueda revertir los resultados de la elección del 3 de noviembre, deberían investigarlo.
El equipo de Trump lucha por impugnar los resultados y revertirlos en varios estados clave donde Biden ganó por un estrecho margen: Pensilvania, Nevada, Georgia y Arizona. Estos votos le dieron al demócrata la mayoría en el Colegio Electoral suficiente para ganar la elección presidencial de Estados Unidos.
HV / DS