Luiz Inacio Lula Da Silva recibió el segundo revés judicial consecutivo en menos de 24 horas. Después del fallo del Supremo Tribunal Federal (STF) que habilitó que vaya a prisión aunque su condena solo esté firme en segunda instancia, el juez Sérgio Moro, que inició la investigación del Lava Jato, ordenó que el expresidente se entregue ante la Policía Federal antes de las 17 del próximo viernes.
El líder del Partido dos Trabalhadores (PT) deberá cumplir una condena a 12 años de prisión por la supuesta aceptación, a modo de soborno, de un tríplex en Guarujá (ciudad costera cercana a San Pablo) valuado en 1,1 millones de dólares. La supuesta coima habría tenido como objetivo que la constructora OAS sea beneficiada en sus negocios con Petrobras.
"En relación a Lula, le concedo, en atención a la dignidad del cargo que ocupó, la oportunidad de presentarse voluntariamente a la Policía Federal en Curitiba hasta las 17h del día 6 de abril, cuando deberá cumplirse el mandamiento de prisión", escribió Moro en su fallo, según la cadena O Globo. El magistrado prohibió además "la utilización de esposas en cualquier hipótesis".
La defensa del expresidente, favorito en las encuestas para las elecciones de octubre, aún no había emitido opinión sobre la disposición de Moro. Más temprano, el abogado Cristiano Zanin Martins había declarado a periodistas que no trabajaban "con la hipótesis de la prisión" inmediata.
Implicado en otros seis procesos judiciales, el exdirigente sindical niega todas las acusaciones, las que considera parte de un complot para que no pueda volver al poder, que dejó en 2010 como el presidente más popular de la historia reciente de Brasil.