Ciro Gomes lleva 38 años en la política. Fue alcalde de Fortaleza, gobernador de Ceará, ministro de Hacienda de Itamar Franco, ministro de Integración de Luiz Inácio Lula da Silva y compitió dos veces por la presidencia. Aliado extrapartidario del ex mandatario, denunció el impeachment a Dilma Rousseff como un “golpe de Estado”. Tras la detención de Lula, Gomes, que no fue salpicado por el Lava Jato, apuesta a liderar la centroizquierda en las elecciones de octubre.
—¿Por qué decidió ser candidato a presidente?
—Brasil está en un momento muy grave y delicado. Parte del problema brasileño obedece a contradicciones del propio Partido de los Trabajadores (PT), al que yo apoyé en los últimos 16 años. En Brasil se está organizando una fuerza de ultraderecha muy reaccionaria; hay una pulverización del discurso progresista tras la salida abrupta de Lula del proceso político; y también una búsqueda de un nuevo liderazgo. En ese escenario, se inscribe mi candidatura por el Partido Democrático Laborista (PDT).
—Datafolha divulgará hoy una nueva encuesta electoral. ¿Cómo está usted posicionado?
—La encuesta es un retrato de un momento muy volátil. Tenemos un gran factor imponderable que es qué pasará con Lula si no es candidato, como imagina la mayoría del mundo político brasileño. ¿Apoyará a un aliado? ¿Designará a un cuadro del propio PT? ¿Insistirá en ser candidato desde la cárcel? Es un imponderable absoluto. Mi evaluación es que estoy experimentando un discreto pero consistente ascenso, que me colocará en tercer o segundo lugar si Lula no es candidato.
—¿Cree que será inhabilitado por el Tribunal Superior Electoral?
—La ley de Ficha Limpia es muy clara. Sustrae los derechos políticos a partir de la segunda condena, lo que es ilógico porque la tercera instancia puede decidir la inocencia del imputado. Pero esta ley está en vigor y no hay ni un precedente siquiera a favor de Lula. Quien conoce el mundo político y judicial brasileño no cree que dejen a Lula ser candidato.
—¿Piensa que debe seguir en la cárcel o ser liberado?
—Poco tiempo atrás, los tribunales afirmaban que la prisión en segunda instancia no era legal. Por una votación extraña, de 6 a 5, se invirtió recientemente esa posición. Hay una parte importante de la opinión pública brasileña que lo considera una injusticia.
—¿Lo apoyará Lula si es inhabilitado?
—No creo que el PT deje de tener un candidato porque hegemonizó el proceso político de la izquierda en los últimos veinte años. Ahora es muy duro dejar el protagonismo y no tener una participación. Creo que lanzarán un candidato propio.
—¿Es un ballottage con Jair Bolsonaro el escenario ideal para usted?
—Un candidato que representa una vuelta al pasado militarista, a un autoritarismo, es menos difícil de derrotar en una segunda vuelta. Bolsonaro es parte de la derecha real que existe en Brasil, que estaba muy reprimida desde el colapso de la dictadura militar. También representa a los jóvenes que no tienen memoria de la dictadura, descreen de la política y ven en él una respuesta tosca y superficial, pero muy contundente, a lo que pasa hoy en Brasil.