El papa Francisco partió este viernes desde Roma rumbo a México, aunque en el medio hará una parada en La Habana, Cuba. En el aeropuerto José Martí mantendrá una encuentro histórico con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, antes de proseguir con su viaje a tierras aztecas. Su llegada a las tierras de Fidel Castro está prevista para las 14 en punto, hora local.
En su 12º viaje al extranjero en casi tres años de pontificado, Bergoglio añadió una etapa de tres horas en el aeropuerto José Martí de La Habana para la reunión histórica. Será el primero de los jefes de ambas iglesias desde el cisma entre cristianos de Oriente y Occidente en el año 1054.
Francisco adelantó su vuelo hacia México para poder realizar la escala en Cuba, mientras Kirill, que ya se encuentra en la isla caribeña, proseguirá luego una gira de 11 días por otros países de la región, entre ellos Brasil y Paraguay.
El Papa será recibido por el presidente cubano, Raúl Castro, quien fue el promotor del encuentro, el cual se concluirá tras unas dos horas con una declaración conjunta. La reunión tendrá lugar en una sala del mismo aeropuerto José Martí.
Tras su encuentro con Kirill, Francisco despegará nuevamente para dirigirse a México, donde estará de visita durante cinco días. Allí se espera que dé aliento a los migrantes y a las víctimas de las bandas criminales del narcotráfico, de los tráficos ilegales, la corrupción, los abusos y la pobreza.
Se tratará del séptimo viaje de un pontífice a México, aunque visitará lugares más peligrosos que sus antecesores. Durante su gira, que él mismo programó, Francisco irá a Ecatepec, uno de los municipios más violentos en la vasta periferia de Ciudad de México, Morelia en Michoacán, pasando por la región de Chiapas en la frontera con Guatemala, donde nació el movimiento revolucionario zapatista. El viaje terminará en la temida Ciudad Juárez, en la frontera de Texas, tristemente conocida por los feminicidios.
