En lo que analistas consideraron un esfuerzo informal de mediación, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, viajó ayer a Moscú, donde conversó con el presidente Vladimir Putin, habló telefónicamente con el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski y con el francés Emmanuel Macron, y luego se dirigió a Berlín, donde abordó la crisis con el canciller Olaf Scholz.
Zelenski había pedido a Bennett, de buena relación con Rusia, que intentara una mediación para poner fin a la guerra y, antes de su viaje de ayer, el primer ministro israelí mantuvo varias conversaciones telefónicas con Putin y el líder ucraniano.
Según la corresponsal diplomática del Jerusalem Post, subrayó Lahav Larkov, Bennett discutió con sus interlocutores “los esfuerzos para poner fin a la guerra en Ucrania” actualmente en curso y una fuente del gobierno francés aseguró que el premier israelí “está en contacto con Emmanuel Macron con el objetivo de obtener un cese del fuego”, en coordinación con el canciller alemán Scholz.
La reunión en el Kremlin duró tres horas, en las que Putin y Bennett acordaron “la situación en Ucrania”, resumió el gobierno ruso tras el encuentro. El premier viajó a Moscú acompañado por el ministro de la Vivienda, Zeek Elkin, que ofició de traductor. Elkin nació en la cuidad ucraniana de Jarkov, cuando Ucrania era parte de una de las más bombardeadas por las tropas rusas.
Fuentes diplomáticas israelíes citadas por la prensa israelí han indicado que la reunión estaba coordinada con Estados Unidos, Alemania y Francia, que habían sido avisados previamente, y “en diálogo continuo con Ucrania”.
Bennett trató con Putin “la situación de las comunidades israelíes y judías en el marco del conflicto” y también las conversaciones en marcha para restaurar el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, según las fuentes israelíes. “El primer ministro ha planteado la postura de Israel, contraria a la recuperación del acuerdo nuclear”, explicó una fuente al diario The Times of Israel.
El medio israelí destaca lo poco común que Bennett, judío ortodoxo, tenga actos oficiales en sábado, el día sagrado para los judíos y que prohíbe ciertas actividades como los viajes, salvo en caso de riesgo de salud o de seguridad. Tras su reunión con Putin, la oficina de Bennett informó de una conversación telefónica mantenida con Zelenski y del desplazamiento de Bennett a Berlín para reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz.
Hasta ahora, Bennett ha seguido una línea cautelosa en el conflicto de Ucrania, buscando preservar la delicada cooperación de seguridad con Rusia, que tiene una gran presencia militar en el vecino del norte de Israel, Siria.
El primer ministro israelí no se ha unido a los líderes occidentales, en particular a su aliado clave, Estados Unidos, en la condena de la invasión, sino que enfatiza las sólidas relaciones de Israel con Rusia y Ucrania.