El aeropuerto de Cusco, principal punto de ingreso de turismo en el sur de Perú, reanudó operaciones ayer, después de dos cierres como medida de prevención por la ola de violencia y protestas que azota a diversas zonas del país, con manifestantes que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, que advirtió que no lo hará.
El Ministerio de Transporte busca con esta medida recuperar el alicaído turismo en la región Cusco, una de las principales fuentes de ingresos del país, profundamente afectado por los incidentes que se registran principalmente en la región andina desde hace un mes y que han dejado al menos 49 muertos.
En las protestas del jueves en Cusco se registró la muerte del dirigente campesino Remo Candia, de 50 años, alcanzado por disparos, indicaron testigos y la policía. Entre las personas fallecidas, en su mayoría civiles, se sumó la muerte de un policía en Juliaca, que según la institución fue quemado vivo al interior de su patrulla.
Las protestas arrancaron el 7 de diciembre, cuando el Congreso destituyó el presidente de izquierda Pedro Castillo, quien intentó dar un autogolpe ordenando la disolución del parlamento. Entonces fue reemplazado por Boluarte, que era su vicepresidenta.
Las protestas se han expresado, sobre todo, en tomas de instalaciones, aeropuertos y bloqueos de carreteras.
Ayer aumentaron los bloqueos, en especial, en rutas aledañas a Lima, según la Superintendencia de Transporte Terrestre, que cifró en 100 los cortes de tránsito, el mayor número presentado hasta ahora, en las regiones de Cajamarca, Amazonas, San Martín, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Arequipa, Madre de Dios, Puno, Moquegua y Tacna.
En Puno, sur andino fronterizo con Bolivia, decenas de camiones esperan desde hace días la posibilidad de avanzar. También se han registrado incidentes en la región de Tacna, fronteriza con Chile.
En ciudades estratégicas como Arequipa se han visto virtualmente asfixiadas con el cierre a las vías en distintos puntos. El gobierno y la Policía culpan de lo que ocurre a grupos radicales, incluso vinculados a remanentes de lo que fue el grupo guerrillero maoísta Sendero Luminoso.
Boluarte, quien ahora recibe el apoyo de los grupos de derecha que antes eran opositores a Castillo, descartó su renuncia en un mensaje contundente el viernes en la noche. Boluarte pidió al Congreso que acelere los trámites para cumplir la promesa de elecciones anticipadas en abril de 2024.
“He expresado y vuelvo a expresar mi total desprendimiento. Esta presidenta no quiere ni pretende quedarse en el poder”, afirmó Boluarte en un mensaje a la Nación tras tomarle juramento a sus nuevos ministros de Interior, Trabajo y Mujer.
En algunas zonas del país los choques disminuyen en intensidad, pero en un clima de tensión y se van sumando nuevos bloqueos. Comunidades aimaras del sur han expresado intención de marchar hacia Lima desde la próxima semana para forzar la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y la realización inmediata de elecciones, puntos que se ha convertido en las tres principales banderas de la protesta.