Un intenso operativo de seguridad ya está en marcha a la espera de la llegada próxima del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Argentina. Para su desplazamiento por tierra, como era de esperarse, el mandatario usará como acostumbra, su limusina blindada: El Cadillac One.
Apodado "La Bestia", el coche cuenta con el más alto nivel de seguridad, por lo que, más que una limusina de lujo es un tanque de guerra camuflado. Aunque el mandatario está en Cuba, el vehículo ya está en Ezeiza.
Impenetrable. La estructura blindada de "La Bestia" puede soportar el impacto directo de bombas, granadas y disparos de francotiradores. Sus puertas tienen 20 centímetros de grosor y aleaciones de acero, aluminio, titanio y cerámica. Como si fuera poco, está herméticamente sellado para impedir la entrada de armas químicas.
A su vez, el chasis está reforzado con láminas de acero de 15 centímetros de grosor y, hasta el tanque de gasolina, está diseñado para que no explote incluso aunque le disparen de forma directa. Los neumáticos, son "run flat" y están reforzados. Las llantas de acero balístico soportan el peso de 10 toneladas del coche para escapar a 96 kilómetros por hora.
Para su defensa, el auto cuenta con cámaras de visión nocturna y un sistema de activación de bombas, armas automáticas y cañones de gas. Por las dudas, "La Bestia" cuenta con muestras de sangre compatibles con el Presidente en caso de que se requiera una transfusión y tanques de oxígeno.
El chofer que conduce semejante vehículo, está especialmente entrenado por el Servicio Secreto en uno de los programas más exigentes de conducción, incluyendo evasión de persecusiones y maniobras de 180 grados. Para su seguridad, se transporta dentro de una cabina adaptada C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea reforzada con una puerta del grosor de un jet Boeing 757 que impide el paso al asiento donde se encuentra el presidente.
Dentro, hay un centro de comunicaciones con GPS, fax, red inalámbrica y una computadora portátil y teléfono satelital conectado con el Pentágono, la CIA y la oficina del vicepresidente. El presidente Obama cuenta con una laptop con Wi-Fi, teléfono satelital y hasta un botón de pánico.
Apoyo. La caravana presidencial se compone de hasta 45 limusinas modificadas Cadillac One. Justo detrás de “La Bestia” cuentan con unidades especializadas con equipo de respuesta para contrarrestar los ataques nucleares, biológicos y químicos. El número de escoltas depende del nivel de riesgo del destino.
A su vez, una de las camionetas cuenta con antenas especiales para el bloqueo de señales de teléfonos celulares, que busca interferir comunicaciones y dificultar la planificación de algún atentado.