La Santa Sede defendió este lunes su asistencia en la toma de posesión de Nicolás Maduro para un segundo mandato como presidente en Venezuela porque "su actividad diplomática tiene como finalidad promover el bien común, tutelar la paz y garantizar el respeto de la dignidad humana".
Lo dijo el director de la sala de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti: "La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con el Estado venezolano. Su actividad diplomática tiene como finalidad promover el bien común, tutelar la paz y garantizar el respeto de la dignidad humana".
Este, según explicó Gisotti, es el motivo por el que la Santa Sede decidió estar representada en la polémica toma de posesión el pasado jueves, y lo hizo a través el encargado de negocios en funciones de la Nunciatura Apostólica de Caracas. "La Santa Sede y los obispos del país continúan trabajando juntos para ayudar al pueblo venezolano, que sufre las implicaciones humanitarias y sociales de la grave situación en la que se encuentra la nación", agregó.
El Vaticano envió al acto de jura de Maduro en el Tribunal Supremo a monseñor George Koovakod, encargado de negocios de la Santa Sede, a quien el jefe de Estado venezolano agradeció su presencia al inicio de su discurso.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) no reconoce la legitimidad del segundo mandato de Maduro en una decisión tomada en una sesión extraordinaria en la que le pidió la celebración de "nuevas elecciones presidenciales con todas las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente y legítimo".
Mientras tanto, varios países latinoamericanos, así como Estados Unidos y Canadá, también deslegitimaron su segundo mandato y anunciaron una serie de medidas diplomáticas y económicas para aislar aún más al presidente venezolano con el propósito de restaurar el orden democrático en Venezuela.
D.S.