El presidente del Tribunal Supremo de Brasil, José Antonio Dias, suspendió este miércoles el fallo emitido horas antes por otro juez del organismo y que podría haber facilitado la excarcelación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Dias ha aceptado así la petición de la fiscal general de la República, Raquel Dodge, que había recurrido la decisión del magistrado Marco Aurelio Mello, según ha informado el diario brasileño Folha.
Poco antes del anuncio del fallo de Toffoli, el propio Mello criticó la desautorización y resaltó que "la autofagia es pésima para una institución". Mello había adoptado horas antes "la decisión preliminar de reconocer la armonía con la Constitución Federal del artículo 283 del Código de Procedimiento Penal para determinar la suspensión de la ejecución de la sentencia" que no sea definitiva.
"Se puede revertir, paciencia, no es el fin del mundo", dijo el juez Mello sobre el fallo del titular del STF que anuló su decisión, que había alentado la liberación de Lula da Silva.
Desde 2016, el Tribunal Supremo debate dos acciones legales contra la entrada en prisión tras la ratificación de una condena en segunda instancia. El magistrado Mello ha sido designado como el relator del caso y, aunque su dictamen es importante, está previsto que el pleno adopte una decisión definitiva el 10 de abril de 2019.
En 2017, el juez Sergio Moro, futuro ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro, condenó a Lula a nueve años de cárcel por corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo como pago de la constructora OAS a sus favores políticos. La sentencia fue confirmada en segunda instancia con una pena mayor: doce años de prisión.
El juez Moro había recalcado este miércoles que "no va a hablar" sobre la decisión de Mello, que podría afectar a 169.500 presos, según datos del Consejo Nacional de Justicia (CNJ).
Por su parte, fiscales del caso 'Lava Jato' han indicado que la decisión de Mello supone un estímulo a la impunidad y, por ello, han pedido al Supremo que se pronuncie contra la misma. "Tenemos esa expectativa, esa esperanza y esa confianza en el Supremo", han recalcado.
Lula está recluido en la cárcel de Curitiba desde el pasado mes de abril, cuando se emitió el fallo en segunda instancia. La defensa esgrime que debería aguardar en libertad la sentencia definitiva de este caso, ya que todavía no han agotado todos los recursos posibles.
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, había viajado a Curitiba junto a otros altos cargos de la formación política de Lula para "recibirlo" y había confiado en que "la gente esté hoy de nuestro lado", animando así a los simpatizantes del PT a hacer lo mismo. Algunos seguidores del PT han llegado ya a la cárcel de Curitiba, donde han comenzado a concentrarse.
DPA/H.B./F.F.