Un juez de la Corte Suprema de Brasil ordenó la liberación de los presos con recursos pendientes después de haber sido condenados en segunda instancia, una decisión que podría suponer la libertad inminente del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien purga desde abril una pena de 12 años por corrupción.
La medida, inesperada por todo el universo político y judicial en Brasil, tiene efecto inmediato, aunque las liberaciones deben ser solicitada por los abogados de los detenidos, precisó el juez Marco Aurélio Mello, del Supremo Tribunal Federal (STF). Según detalló la agencia Bloomberg, la decisión unilateral del juez Mello en muchos casos podría no ser inmediata, si los juzgados de origen demoran los trámites. Incluso ya está aclarado que la decisión de Mello no se aplica a los presos considerados peligrosos o capaces de interferir con una investigación en curso.
"Acabamos de solicitar la orden de liberación de Lula", escribió pocos después de conocido el fallo en su cuenta de twitter la senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT).
La decisión podrá ser refrendada o rechazada por el plenario del STF, pero ese cuerpo no volverá a reunirse hasta principios de enero, lo que abre una ventana para que la medida tenga efecto mientras dura el receso navideño y el comienzo de 2019. Lo que podría detener la medida de Mello sería otro fallo del presidente del Tribunal Supremo, José Antonio Dias Toffoli, que revocara ese dictamen.
La decisión de Mello se produce en vísperas de la asunción del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, el próximo 1º de enero. El excapitán del Ejército basó gran parte de su campaña en la denuncia de Lula y del PT. Hasta la invalidación de su candidatura a inicios de septiembre, el expresidente de izquierda (2003-2010) era el favorito en las encuestas de opinión.
El expresidente Lula se encuentra cumpliendo una pena de 12 años de cárcel por corrupción y lavado de dinero, después de perder su primera apelación contra su condena. Desde su encarcelamiento en abril, los abogados y simpatizantes de Lula han hecho esfuerzos reiterados para liberar al líder de izquierda, a quien se le impidió presentarse en las elecciones presidenciales de este año debido a su condena. En julio, un juez federal ordenó su liberación, pero un tribunal superior revocó esa decisión.
"La posible liberación de Lula es una noticia que tendrá un fuerte impacto en el escenario político, ya que los medios prestarán mucha atención al caso", escribieron analistas de XP en una nota. "Lula podría ayudar a organizar la oposición a Bolsonaro, que hoy es muy débil", señalaron las fuentes, citadas por Bloomberg.
Preso desde el 7 de abril, Lula cumple en la sede de la Policía Federal de Curitiba una condena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de haber recibido un apartamento en el litoral de Sao Paulo a cambio de favorecer constructoras en contratos con la estatal Petrobras. Lula, de 73 años, fue condenado en segunda instancia en enero, pero tiene varios recursos pendientes. Enfrenta además varios otros procesos.
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La medida puede beneficiar también a muchos condenados por la gigantesca investigación del escándalo Lava Jato, que estalló en 2014 y puso al descubierto una gigantesca red de pago de sobornos por parte de empresas privadas a políticos y autoridades, a cambio de obtener licitaciones de obras públicas en Petrobras.
La Fiscal General, Raquel Dodge, afirmó en un comunicado que "el inicio del cumplimiento de la pena tras decisiones de cortes de segunda instancia es compatible" con la Constitución brasileña y contribuye al "fin de la impunidad" y a la "credibilidad de las instituciones".
AFP/Bloomberg/H.B.